martes, 17 de diciembre de 2013

Torta de chocolate Mars


Se acercan días de fiesta y no siempre tenemos el tiempo (y las ganas) de pasar horas en la cocina, por eso he decidido compartir con vosotros esta receta. Es ideal para reuniones de familia y amigos sobretodo si hay niños, su gusto "chocolatoso" convierte este bocado crujiente en toda una tentación. Para servirlo podéis cortarlo en cuadraditos y servirlo como variante a los clásicos turrones. ¡Sólo para amantes del chocolate!.

Dificultad: facilísima

Tiempo de elaboración: 20 minutos + 1 hora de frigo

Necesitáis (para 8 personas)
90 g de mantequilla
6 barritas tipo "Mars"
200 g de cereales de arroz inflado de chocolate
1 cucharada de nocilla o nutella
Para decorar, 100 g de chocolate con leche (opcional)

Cómo se hace:
1. Preparamos un molde o fuente (de tamaño mediano) cubriéndola de papel vegetal.
2. Ponemos en un recipiente termoresistente las barritas de mars cortadas en trozos, la mantequilla y la nocilla.
3. Derretimos los ingredientes lentamente al baño maría hasta obtener  una crema homogénea (podéis usar también un horno microondas).
4. Una vez que todos los ingredientes se han fundido, añadimos los cereales de arroz inflado (esto hay hacerlo rápidamente, ya que el contenido de caramelo de la mezcla hará que se endurezca velozmente).
5. Vertemos la mezcla en el molde y la nivelamos con ayuda de una espátula o directamente con las manos cubriéndola con papel vegetal. Lo dejamos reposar en el frigorífico al menos una hora.
6. Para un mejor resultado podéis fundir 100 gramos de chocolate con leche y decorar la torta al gusto con una manga pastelera que podéis elaborar doblando en forma de cucurucho una lámina de papel de hornear.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Muslitos de pollo a la cerveza


Pocas recetas resultan tan fáciles y resultonas como el guiso de pollo a la cerveza. En esta receta se puede decir que "cada maestrillo tiene su librillo", así hay quien lo cocina con tomate, con zanahoria, sólo con cebolla o con pimiento. También hay variantes en cuanto al tipo de cerveza, rubia suave, o tostada y amarga para intensificar el sabor. Nosotros hemos optado por utilizar zanahoria y pimiento rojo. La zanahoria especialmente nos gusta porque su sabor ligeramente dulce contrarresta el amargor de la cerveza y le queda muy bien, también añadimos un poco de pimiento, pero podéis prescindir de él. En cuanto a la cerveza, os dejamos que elijáis vosotros. Para el acompañamiento podéis optar por unas patatas fritas o aún mejor, un arroz basmati.

Tiempo de elaboración: 50 minutos

Dificultad: facilísimo

Necesitáis (para 2 personas/4 muslitos):
4 muslos de pollo
1 zanahoria
1/2 cebolla grande o 1 pequeña
1/3 pimiento rojo
1 diente de ajo
Aceite de oliva virgen
1 lata o botellín de cerveza
Un poco de harina
Pimienta negra
Sal

Cómo se hace:
1. Limpiamos bien con agua los muslitos y cortamos los sobrantes de piel. No quitamos toda la piel, sino sólo la que esté más suelta. Escurrimos y secamos bien los muslitos, los salpimentamos al gusto y enharinamos ligeramente sacudiendo el exceso de harina.
2. En la olla en la que vayamos a prepararlos, ponemos un poco de aceite de oliva y los doramos bien por toda su superficie (cuidado que puede saltar, poned una tapa). Una vez dorados, los retiramos y reservamos.
3. En ese mismo aceite donde doramos el pollo, ponemos la cebolla cortada fina, un diente de ajo pelado y aplastado, el pimiento en tiras y la zanahoria en rodajas finas. Rehogamos durante unos 10 minutos a fuego suave hasta que veamos que la cebolla queda transparente y blanda.
4. Incorporamos los muslitos y añadimos la cerveza y medio vaso de agua, espolvoreamos con finas hierbas o un poco de perejil picado. Subimos el fuego inicialmente dejando la tapa abierta para que evapore el alcohol durante aproximadamente un minuto, después lo dejamos medio tapado y a fuego medio-bajo haciéndose lentamente durante unos 40 minutos. Si vemos que nos queda seco vamos añadiendo un poco más de agua. No os olvidéis comprobar el punto de sal y corregir si fuese necesario.

Este plato está aún más rico al día siguiente. Lo podéis llevar perfectamente en el tupper al trabajo, pero en ese caso yo optaría por pechugas cortadas en dados, que son menos engorrosas para comer en la oficina. ¡Bon appétit!

lunes, 11 de noviembre de 2013

Ensalada de vegetales crudos


Hemos realizado esta receta empleando las unidades de medida inglesas, ya que está inspirada en una receta del programa Masterchef emitido en Australia. Al tratarse de una ensalada, podéis calcular las cantidades de cada ingrediente a ojo, aunque mi consejo si no sois expertos cocineros, es seguir la receta, especialmente la primera vez que la preparéis. En esta entrada de Cooking with Girls, podéis ver las equivalencias de las medidas inglesas. Por lo demás, nuestro consejo es simplemente cortar los ingredientes con precisión y mezclarlos con cariño. De esta ensalada nos gusta la combinación de sabores dulce y salado, el contraste de los higos con los frutos secos y el frescor de los vegetales. En el programa la preparaban como guarnición acompañando a un pollo frito servido sobre una base de humus, ¡una combinación perfecta!.

El sumac es una especia de color rojo muy utilizada en la cocina árabe-oriental. Tiene un sabor amargo y aromático, y se usa para dar sabor a los pescados y carnes a la brasa  y en las típicas salsas a base de yogur. Si no tenéis algún ingrediente podéis sustituirlo por otro, y adaptarlo a lo que tengáis.

Tiempo de preparación: 20 minutos

Dificultad: Baja

Necesitáis (4 personas):
1 pepino
1 zanahoria
2 rabanitos
2 cebolletas
1/4 de taza de guisantes frescos
8 tomatitos
1 tbs de pistachos
1 tbs de alcaparras
2 higos secos
1/3 taza de queso feta
1/3 taza de perejil
Pan plano (yo utilicé carasau, un pan típico de Cerdeña)
Aceite de oliva virgen
1/2 limón (su zumo)
1 pizca de sumac

Cómo se hace:
1. Lavamos bien y preparamos los ingredientes: el pepino lo cortamos longitudinalmente en cuartoseliminamos las  semillas centrales y cortamos cada trozo una vez más longitudinalmente. La zanahoria, los rabanitos, los higos y la cebolleta los cortamos en rodajas finas. Cortamos los tomatitos por la mitad. Colocamos todos los ingredientes en un bol.
2. Añadimos los guisantes, las alcaparras, las hojas de perejil  y el queso feta en cubitos.
3. Tostamos los pistachos en una sartén y horneamos el pan en el horno condimentado con sumac y aceite hasta que se dore un poco. Añadimos al resto de los ingredientes.
4. Unimos todos los ingredientes en un bol y condimentamos con sal, sumac, el zumo de medio limón y aceite de oliva virgen extra. Mezclamos bien con las manos y servimos.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Berenjenas con "saór" y anchoas


El "saór" es un condimento típicamente veneciano que emplea cebolla cocinada en aceite y vinagre, adquiriendo un sabor agridulce. Actualmente es usado como acompañamiento de algunos pescados, y en particular, de las sardinas (Sardèe in saór). Originalmente, el saór era empleado como método de conservación por los pescadores ante la necesidad de conservar los alimentos a bordo durante largos períodos de tiempo. Para ello colocaban las sardinas fritas en recipientes de barro, formando capas de pescado y alternándolas con capas de cebolla cocinada. Os recomendamos que probéis la receta tradicional si vais a Venecia.

Con el tiempo, se han añadido otros ingredientes a la receta original, como pasas y piñones, y es empleada para condimentar otros tipos de carnes y pescados, como cigalas o carne de gallina, e incluso vegetales. Las recetas con saór se conservan durante días en el frigorífico y resultan mas sabrosas si las preparamos el día anterior a consumirlas. Esperamos que os guste.

Dificultad: Baja

Tiempo de preparación: 30 minutos

Necesitáis (4 personas):
2 berenjenas (800 g)
200 g cebollas
50 g de vinagre de vino
25 g pimiento rojo
12 filetes de anchoa en aceite
Aceite de oliva virgen
Perejil
Pimienta
Sal

Cómo se hace:
1. Cortar las berenjenas por la mitad longitudinalmente, obteniendo así cuatro mitades de unos 2-3 cm de espesor, extenderlas en una fuente de horno engrasada con aceite. Condimentar con aceite, sal y pimienta y hornear a 200 grados durante 15-20 minutos.
2. Cortar la cebolla en juliana y pocharla en una sartén con unos 50 gramos de aceite de oliva y una pizca de sal, a fuego lento y durante 3-4 minutos hasta que esté transparente y blanda.
3. Añadir un chorro de vinagre, dar unas vueltas e incorporar el pimiento cortado en brunoise. Dejar un minuto más y apartar del fuego. Añadir abundante perejil.
4. Colocar las berenjenas en el plato y cubrir con el saór.  Completar con las anchoas y servir.

jueves, 17 de octubre de 2013

Crema de calabaza al curry


Hace casi un mes que estamos en otoño y con su llegada nos empiezan a apetecer platos como este. Ya sea como entrante o como plato principal, por ejemplo para una cena ligera, las cremas vegetales son una sana y deliciosa opción. Podéis acompañarla de una ensalada y servirla con picatostes, o con un poco de arroz basmati u otro cereal, como se acostumbra a hacer en Italia.

La calabaza como sabéis es bastante dulce, por lo que para evitar que resulte empalagosa se puede mezclar con un poco de cebolla, apio, o como en este caso, con un toque de curry. Cualquier ingrediente de sabor ligeramente amargo, picante o especiado aportará ese toque de contraste que le va tan bien a la calabaza. Esperemos que os guste nuestra propuesta.

Tiempo de preparación: 55 minutos

Dificultad: baja

Necesitáis (4 personas):
1 kg de calabaza
1 diente de ajo
2 hojas de laurel
1 cebolla                                                                                                        
2 cucharillas de curry
1 dado de caldo vegetal
1 dl de leche
1 pizca de nuez moscada

y para servir :
Picatostes de pan
Cebollino            
                                                
Cómo se hace:      
1. Limpiar la calabaza, eliminar la piel y cortar la pulpa en trozos medianos. Colocar en una olla para cocción al vapor con tres dedos de agua  y cocer durante 10 minutos.                         
2. Preparar un sofrito con la cebolla picada y el ajo, una vez que la cebolla esté transparente añadir la calabaza, el laurel, 5 dl de agua y el dado de caldo vegetal. Dejar hervir unos minutos, añadir la nuez moscada y el curry y continuar la cocción a fuego bajo durante 30 minutos.
3. Una vez transcurrido el tiempo apagar el fuego y dejar enfriar un poco. Con una batidora obtener una crea de consistencia homogenea.
4. Al momento de servir añadir la leche y calentar la crema a fuego bajo, perfumar con el cebollino y servir acompañada de picatostes.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Tarta Sacher


La tarta Sacher (Sachertorte) es un clásico de la repostería austriaca cuya historia podéis leer aquí, si os interesa saber más sobre su origen. Se hizo famosa a finales del s. XIX por su delicada combinación de bizcocho de chocolate y mermelada de albaricoque. Hacía tiempo que tenía ganas de probar a hacerla, y como celebrábamos un cumpleaños me animé. Es perfecta para preparar un día antes porque con el reposo adquiere una consistencia especial y el recubrimiento de chocolate permite que se conserve muy bien.

Aunque lleva la cantidad justa de azúcar, no resultando excesivamente dulce, la considero una tarta para una ocasión especial y sobre todo para los amantes del chocolate. No es difícil de hacer, pero sí laboriosa. Os animo a que probéis, disfrutaréis tanto haciéndola como con el resultado final. Ah…! hemos buscado bastante información para asegurarnos que la receta se ajusta lo más posible a la original. Podéis acompañar cada porción de un poco de crema chantilly.

Dificultad: media

Tiempo de elaboración: 2 horas (contando con el enfriado del bizcocho).

Necesitáis (para un molde de 23 cm de diámetro, unas 10 porciones):
60 g de cacao puro en polvo
150 g de harina de repostería
14 g de levadura (Royal) (si la harina no lleva fermento)
50 g de azúcar glacé
165 g de azúcar blanca
130 g de mantequilla pomada (a temperatura ambiente)
100 g de leche
4 huevos
Una pizca de sal
Esencia de vainilla

Para el relleno:
Medio vaso de agua
100 g de azúcar
Un chorrito de licor (oporto, amaretto, cogñac…)
Mermelada de albaricoque previamente filtrada por un colador para obtener una textura más fina.

Para la cobertura:
150 g de chocolate fondant para repostería
100 g de nata líquida (35%MG)
1 cucharadilla de mantequilla

Para la decoración:
Chocolate blanco
Papel de horno o manga pastelera fina
Frutos rojos como grosellas, frambuesas, fresas...

Cómo se hace:
1. Ponemos a precalentar el horno a 180 grados.
2. Preparamos el bizcocho mezclando en un bol, por este orden, la mantequilla con el azúcar glacé y una pizca de sal, a continuación el cacao puro, las yemas mezclándolas una a una, y por último la leche.
3. Mezclamos la harina con la levadura y la añadimos a la mezcla anterior tamizándola por un colador. Os daréis cuenta que la mezcla queda bastante espesa resultando algo difícil de mezclar, pero esto es normal, se trata de un bizcocho consistente.
4. Batimos a punto de nieve las claras con el azúcar y las incorporamos a la mezcla anterior mediante movimientos envolventes para que quede esponjoso.
5. Untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos ligeramente con harina para que no se pegue, añadimos la mezcla y horneamos durante 40 minutos. Una vez pasado ese tiempo, lo desmoldamos y dejamos que enfríe (preferentemente en una rejilla para que no se humedezca).
6. Mientras enfría el bizcocho, vamos preparando el almíbar disolviendo en el agua caliente el azúcar y añadiendo el chorrito de licor, le vamos dando vueltas hasta que espese un poco y adquiera el aspecto de almíbar. También pasamos la mermelada por un colador para que quede una textura muy fina.
7. Una vez haya enfriado el bizcocho lo cortamos horizontalmente por la mitad. Para hacer esto yo me ayudo con un hilo fino y fuerte, hago una incisión con un cuchillo alrededor del bizcocho marcando la mitad, apoyo el hilo y lo utilizo a modo de "sierra". De esta forma os quedará perfecto el corte. Recordad que este tipo de postres hay que hacerlos con mucha "delicadeza" y con paciencia.
8. Elegimos la parte del bizcocho que mejor acabado tenga para la parte superior de la tarta, y las partes interiores las mojamos con el almíbar y distribuimos sobre una de ellas la confitura. Unimos las dos partes con mucho mimo.
9. Preparamos la cobertura. En un cazo a fuego medio-bajo fundimos el chocolate con la nata, agregamos una avellana de mantequilla para aportar algo de brillo (prescindible, si la añadimos debe ser una cantidad mínima). Cuando esté totalmente homogéneo lo retiramos del fuego y mientras esté caliente lo vertemos sobre la tarta. Si es necesario nos ayudamos de una espátula para extenderlo. Dejamos que enfríe y solidifique.
10. Una vez fría la tarta la decoramos con frutos rojos y escribimos la palabra Sacher haciendo una manga pastelera con un cucurucho de papel de horno y poniendo un poco de chocolate blanco fundido en el interior.

Recomendaciones:
- Para que el bizcocho se desmolde fácilmente es mejor emplear un molde desmontable bien engrasado y espolvoreado con harina y no introducir un cuchillo para desmoldarlo, dejar que se despegue el sólo.
- Si el bizcocho sube y queda muy abombado, podemos cortar lo que sobre con el hilo para que nos queden dos tapas uniformes y lisas.
- A la hora de distribuir la confitura recomendamos dejar un espacio de aproximadamente 1 cm cerca del borde libre de confitura, y así evitaremos que desborde al colocar la tapa superior del bizcocho.
- Es mejor verter el chocolate de la cobertura mientras está algo caliente el bizcocho para que resbale mejor.
- Utilizar una espátula de silicona para extender la cobertura y cubrir las partes laterales.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Tartaletas de pimiento y albahaca



Ya os adelanté en la anterior entrada que tengo un nuevo libro de cocina, regalo de las pasadas navidades, con cientos de recetas de la cocina Mediterránea. Aquí os presento un que os encantará, ideal para un aperitivo acompañado de un vino blanco joven.

Tiempo de preparación: 25 minutos

Dificultad: media

Necesitáis (para 4 tartitas individuales:
8 cuadrados de pasta filo (de 15 cm de lado)
250 g de mozzarela (mejor si es de búfala)
1 pimiento rojo grande
12 hojas de albahaca
2 dientes de ajo
4 cucharadas de aceite de oliva
Sal

Cómo se hace:
1. Pelar los dientes de ajo y cortar en láminas.
2. Lavar y secar el pimiento, realizar un corte longitudinal con un cuchillo afilado para introducir el ajo, colocar en una fuente de horno envuelto en papel de aluminio y hornear a 200° durante 35 minutos.
3. Dejar enfríar y quitar la piel al pimiento, retirar también las semillas, cortar en tiras.
4. Untar con aceite 4 moldes individuales para horno (de 12 cm de diámetro)  y forrar cada uno con dos hojas de pasta filo superpuestas y "pintadas" con aceite.
5. Pinchar la pasta con un tenedor y rellenar con las tiras de pimiento y la mozzarella cortada en dados.
6. Salar y añadir las hojas de albahaca. Regar con un hilo de aceite de oliva virgen y hornear a 200° durante unos 10 minutos hasta que la pasta filo este dorada. Servir caliente.

Si utilizáis la mozzarella de bufala es preferible cortarla con antelación para que pierda parte de su agua para evitar que vuestra tartita no resulte demasiado húmeda y se mantenga crujiente.

martes, 17 de septiembre de 2013

Caponata de berenjenas


La caponata es una receta clásica de la cocina Siciliana. Aunque existen variaciones en toda Italia, todas mantienen la berenjena y el tomate como ingredientes principales, creando una versión del clásico ratatouille que se distingue por su sabor agridulce, resultado del equilibro entre los ingredientes con un toque de vinagre. Yo lo definiría como un plato "soleado" por su carácter Mediterráneo y ligero. En el norte de Italia, donde vivo, es menos habitual, pero en cuanto lo vi en mi nuevo libro de cocina Mediterránea no dudé en hacerla. La caponata es perfecta para degustar fría. Animaos a prepararla antes de que la temporada estival nos abandone, estoy segura de que su sabor os seducirá.

Dificultad: baja

Tiempo de elaboración:  40 minutos de preparación + 45 minutos de cocción

Necesitáis (4 personas):
4 berenjenas
2 cebollas
2 tomates
200 g de aceitunas verdes sin hueso
100 g de alcaparras
1 corazón de apio
1 zanahoria
1 cucharada sopera de azúcar
100 g de tomates secos
1 manojo de perejil
2 cucharadas de vinagre de vino
1/3 taza (8 cl) de aceite de oliva
Pimienta
Sal

Cómo se hace:
1. Pelar las berenjenas, cortarlas en rodajas no muy finas y estas en cubos. Colocarlas en un escurridor, salar generosamente y dejarlas reposar para que pierdan su agua (al menos 30 minutos). Una vez transcurrido este tiempo limpiar y secar la berenjena troceada con un papel de cocina. En una olla con cuatro cucharadas de aceite, guisar la berenjena durante unos 10 minutos para que se ablande y adquiera una textura blanda, como de compota.
2. Preparar los restantes ingredientes: pelar y rallar la zanahoria. Lavar el apio y cortarlo en rodajas finas. Pelar y triturar las cebollas y los tomates. Lavar y picar el perejil.
3. En una sartén, dorar las cebollas con el resto del aceite de oliva. Añadir el apio. Dejar pochar a fuego lento. Incorporar los tomates. Mezclar y salpimentar.
4. Una vez que el tomate se haya reducido, añadir las zanahorias al preparado de verduras, las alcaparras, las aceitunas cortadas en rodajas, los tomates secos en rodajas finas y el perejil (reservar un poco para la decoración). Mezclar y guisar durante 10 minutos.
5. Añadir a las verduras los dados de berenjenas y cocer durante otros 10 minutos para que liguen todos los ingredientes.
6. Añadir el vinagre y el azúcar. Mezclar y cocer durante unos 5 minutos más.
7. Servir frío decorado con perejil picado.

lunes, 5 de agosto de 2013

Rollitos de canela


Los Rollitos de Canela (conocidos como cinnamon rolls o cinnamon buns en inglés) son un panecillo dulce muy común en los desayunos de muchos países del norte de Europa, como Suecia, y también en Norteamérica. En esta ocasión traemos una versión algo más baja en calorías que la receta original que lleva un glaseado a base de nata, crema de queso y azúcar y que hemos simplificado a un glaseado sencillo con agua y azúcar con aroma natural de vainilla.

Como era la primera vez que intentábamos esta receta, hemos aprendido algunos trucos que incluimos al final por si os decidís a intentarlo y que os queden aún mejor que a nosotras. ¡Están muy buenos tostados y mojados en el café o chocolate del desayuno!

Tiempo de preparación: 1 hora y media incluído el reposo de la masa.

Dificultad: media

Necesitáis (para unos 10 rollos grandes o 15 nás pequeños):
Para la masa
150 ml de leche templada (utilizamos desnatada
1 cucharadita de levadura seca de panadero (medio sobre)
3 cucharadas soperas de azúcar
3 tazas de harina de trigo
1 cucharadita de café de sal
3 cucharadas soperas de mantequilla sin sal derretida (no margarina)
2 huevos
Para el relleno
Media tacita de miel
1 cucharada sopera de mantequilla a temperatura ambiente
Para el glaseado
3 cucharadas soperas de azúcar glacé
Aroma natural del vainilla
1 cucharada sopera de auga o algo más.

Cómo se hacen:
1. En un bol vertemos la leche templada a unos 40 grados y añadimos la levadura y el azúcar. Removemos suavemente y dejamos reposar 5 minutos.
2. En otro recipiente o bol ponemos 2 tazas y media de harina, hacemos un pequeño agujero en el centro y vertemos la mezcla de leche con levadura. Batimos los huevos con la mantequilla y la sal y los incorporamos a la mezcla anterior. Removemos todo cuidadosamente con cuchara de madera.
3. A medida que la masa va tomando consistencia seguimos amasando con las manos y añadiendo la harina restante hasta que la masa esté completamente homogénea, muy majable, algo viscosa pero no excesivamente pegajosa. Si hace falta más harina la vamos añadiendo poco a poco.
4. Una vez esté en su punto la masa, la tapamos con un pañito o film y dejamos que sube hasta duplicarse, una media hora en un lugar cálido. Podemos acelerar el proceso metiéndola en el horno a 50 grados.
5. Mientras sube la masa preparamos la manteca de miel y el azúcar de canela. Para ello en una taza mezclamos la miel con la mantequilla hasta que quede una crema homogénea. En otra taza mezclamos bien el azúcar con la canela.
6. Ponemos el horno a precalentar a 180 grados. Extendemos la masa con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada con un grosor de medio centímetro más o menos, haciéndo un rectángulo de unos 30 cm de ancho y lo que nos dé de largo.
7.  Untamos la superficie de la masa con una ligera capa de manteca de miel y espolvoreamos generosamente con azúcar de canela.
8. Enrollamos la masa desde el lado más largo del rectánculo tratando de que nos quede una espiral apretadita. Una vez enrollada, con un cuchillo cortamos por la mitad y así mitades sucesivas hasta que tengamos porciones de 1,5-2 cm de ancho. Vamos colocando cada porción sobre una fuente del horno previamente forrada con papel de hornear.
9. Horneamos unos 20 minutos hasta que los rollitos adquieran un color dorado intenso.
10. Pasado el tiempo, sacamos los rollitos y dejamos que enfríen mientras preparamos el glaseado. Mezclamos el azúcar glacé con agua hasta obtener una textura espesa y pintamos nuestros rollitos con el glaseado.

Consejos:
- Al extender la masa con el rodillo, no la dejéis muy gruesa, sobre medio centímetro está bien, de esta forma podréis hacer una espiral con más vueltas y os quedará más vistoso. Tened en cuenta que crecen mucho en el horno.
- Poned una capa de manteca fina, para que no sobresalga mucho al hacer los rollitos.
- Colocad los rollitos separados en la bandeja del horno para que no se peguen al crecer.
- Están muy buenos partidos por la mitad y tostados, solos o con vuestra mermelada preferida.

jueves, 1 de agosto de 2013

Peras al vino blanco con crema de mascarpone


Las peras la vino son un postre tradicional, sano y digestivo. En esta ocasión, en lugar de utilizar vino tinto y canela, que nos parecía más invernal, las preparamos con vino blanco y aroma de vainilla, acompañadas por una salsa de crema de mascarpone. Podéis aprovechar ese vino blanco que todos tenéis para guisar en la nevera, y os quedarán increíbles si utilizáis vainilla natural, aunque si os resulta difícil encontrarla podéis utilizar aroma de vainilla o canela.

Dificultad: baja



Tiempo de elaboración: 45 minutos

Necesitáis (4 personas):
4 peras
250 ml de vino blanco
200 ml de agua
4 cucharadas de azúcar de caña
1 vaina de vainilla natural
Para la crema de mascarpone:
3 yemas y 2 claras de huevo
120 g de azúcar
250 g de queso mascarpone (1 tarrina)

Cómo se hace:
1. Pelar las peras dejándoles el rabito sin cortar.
2. Frotar con la mitad del limón para evitar que se oxiden y ennegrezcan.
3. Verter el vaso de vino vino y el agua en una olla donde quepan también las peras sumergidas en el líquido.
4. Añadir el azúcar y dejar que se disuelva a fuego lento.
5. Incorporar las peras y añadir el zumo de medio limón.
6. Cortar longitudinalmente la vaina de vainilla y añadirla.
7. Dejar cocer lentamente unos 15 - 20 minutos  a fuego lento hasta que la fruta esté tierna.
8. Retirar las peras de la olla y reservar.
9. Dejar que el almíbar se reduzca a la mitad a fuego lento para evitar que la vainilla se destruya.
10. Dejar reposar las peras con su almíbar. Servir frescas.
11. Para degustarlas en esta ocasión preparé una crema de mascarpone  pero podéis acompañarlas también con helado de vainilla o nueces, con nata montada  o, simplemente, con su propio almíbar.
La crema de mascarpone se prepara batiendo las yemas con el azúcar hasta formar una pasta uniforme, luego se añade el mascarpone y por último las claras a punto de nieve, mezclando con movimentos envolventes de arriba hacia abajo con ayuda de una espátula. Opcionalmente se le puede añadir un chorrito de brandy

Ensalada de gambas, mango, aguacate y pimiento


Esta receta proviene de la última incorporación  a la biblioteca UTA, un libro con recetas de lo que en inglés se conoce como finger food o "comida para picar", con ideas muy buenas para una cena informal con amigos.  Si os gusta probar nuevos ingredientes en vuestra cocina estoy segura de que ya habréis experimentado la combinación de fruta y pescado. En este caso el mango combina a la perfección con las gambas, y la miel dará a nuestra vinaigrette un toque muy especial. La hemos bautizado "Summer breeze" (brisa de verano) por su agradable y dulce frescor. Pero no os adelanto más, ¡animaos a prepararla!

Dificultad: baja

Tiempo de elaboración: 30 minutos

Necesitáis (para 8 personas, calculando una pequena porción tipo "pincho" ):
400 g de gambas peladas y sin cabeza
1/2 mango
1/2 aguacate
1/2 pimiento rojo
El zumo de 1/2 limón
1 cucharada de miel
Aceite de oliva virgen
Sal

Cómo se hace:
1. Limpiar las gambas eliminando el hilo negro (intestino) y cocer al vapor entre 3 y 4 minutos. Pelar las gambas.
2. Cortar en cuadraditos el mango, aguacate y pimiento. Añadir las gambas.
3. Condimentar con una vinagreta preparada con el zumo de medio limón, 1 cucharada de miel, sal y un poco de aceite.
4. Si se trata de una fiesta u ocasión especial, podéis presentarlo en recipientes individuales, como se aprecia en la foto.

viernes, 19 de julio de 2013

Fideos chinos con pollo marinado y setas


La gastronomía China es una de las más ricas del mundo y está reconocida como una de las más valoradas también por su variedad y elaboración. Esto se debe en parte a que cultura gastronómica de China proviene de una tradición milenaria y está íntimamente relacionada con la cultura, la sociedad, la filosofía y la medicina (muchas hierbas, especias, salsas y aromas eran empleados como remedios contra enfermedades antes de ser empleados en la cocina). Esta tradición tan antigua ha proporcionado un conocimiento que se refleja en una cocina que busca el equilibro y la armonía.

Aquí resulta difícil a veces conseguir los ingredientes necesarios para realizar algunas recetas, sin embargo ya es posible encontrar tiendas de alimentación chinas en muchas ciudades. Nosotros visitamos una en Oporto la semana pasada y realizamos un plato sencillísimo pero que resultó muy sabroso y además es muy sano. Lo más difícil fue elegir un tipo de noodle (¡qué variedad!). Este es nuestro primer intento de cocinar fideos chinos y la receta proviene del libro Perfect chinese, una selección de 100 recetas sencillas de la cocina tradicional china, que compramos en Ithaca y que decidimos por fin sacar de la estantería. Esperamos que os guste y que lo pongáis en práctica. 胃口好

Dificultad: baja

Tiempo de elaboración: 40 minutos + marinado del pollo

Necesitáis (2 personas):
1 pechuga de pollo
Setas tipo oyster (Pleurotus ostreatus) frescas o en conserva
Fideos chinos de trigo al huevo
1/2 pimiento rojo
1/2 pimiento verde
1/2 cebolla
Semillas de sésamo tostadas
Aceite vegetal
Sal
Para el marinado
1 cucharada de salsa de soja oscura
1 cucharada de vino de arroz Shaoxing
1/2 cucharada de azúcar
1/2 cucharada de pimienta blanca
Perejil picado al gusto

Cómo se hace:
1. Cortamos el pollo en tiras o trocitos pequeños. En un recipiente mezclamos los ingredientes del marinado, los vertemos sobre el pollo, tapamos con un film y lo dejamos reposar al menos una hora en la nevera.
2. Ponemos a cocer los fideos en agua el tiempo que indique en el envase. Una vez cocinados, los escurrimos bien y reservamos.
3. Ponemos un poco de aceite en una sartén  o wok y añadimos la cebolla cortada en trocitos pequeños, dejamos pochar la cebolla a fuego medio hasta que quede transparente. A continuación añadimos el pollo y dejamos que se haga lentamente en la sartén. Cuando el pollo esté casi listo, incorporamos las setas y por último, los pimientos cortados en trocitos pequeños y espolvoreamos con las semillas de sésamo.  Seguimos sofriendo unos minutos hasta que el pimiento quede algo cocinado pero aún crujiente.
4. Añadimos los fideos a la sartén o wok salteándolos con el resto de los ingredientes y servimos bien caliente y aderezado con semillas de sésamo.

lunes, 15 de julio de 2013

Copa de mango y "amaretti"


¿Una cena improvisada entre amigos?... ¡este es el postre perfecto!, fresco, fácil de preparar y con un toque exótico. De este dulce me gusta sobretodo la combinación del mango con el toque amargo de la almendra. Para la preparación hemos utilizado amaretti, unas galletitas crujientes típicas de Italia realizadas a base de pasta de almendras. De tradición árabe, estos dulces difundieron por la cuenca del mediterráneo desde Sicilia a las tradiciones culinarias del resto de Italia, Francia y España. ¡Espero que os guste tanto como a mi!

Dificultad: baja

Tiempo de realización: 20 minutos + 4 horas de reposo en la nevera

Necesitáis (4 personas):
400 g de mango, pelado y troceado
2 cucharadas de pulpa de maracuyá colada
1 lima (su zumo)
3 dl de nata fresca
2 cucharadas de azúcar glas
120 g de amaretti, desmigajados u otro tipo de galleta de almendras
50 g de almendras fileteadas, ligeramente tostadas

Cómo se hace:
1. Con ayuda de una batidora o robot preparar un puré con el mango, el maracuyá y el zumo de lima.
2. Montar la nata con el azúcar glas.
3. Para presentar nuestro postre utilizaremos vasitos o copas a nuestro gusto. Distribuir la mitad del puré de mango en el fondo de los vasos, continuar con mitad de los amaretti desmigajados y mitad de la nata.
4. Repetir el procedimiento formando una segunda capa de fruta seguida de otra capa de amaretti y acabar con la nata.
5.  Cubrir con film transparente y dejar reposar en la nevera 4 horas. Al momento de servirlo decorar con las almendras fileteadas.

viernes, 5 de julio de 2013

Brochetas de pavo con soja, limón y nueces de macadamia


Hoy traemos una receta de inspiración tailandesa original del blog gastronómico de Sara Cadena, Cocina para Emancipados, que os recomendamos, pues tiene fantásticas recetas. Hemos cambiado algunas cosas, pero esencialmente la idea está inspirada en su receta de Brochetas tailandesas de pollo.

La cocina de Tailandia se caracteriza por mezclar en un mismo plato los cinco sabores fundamentales: dulce, picante, ácido, amargo y salado. El ingrediente principal en la cocina tailandesa es el arroz, que se prepara frito o mezclado con distintas clases de vegetales y carnes, sobre todo pollo y cerdo. También son comunes los pimientos picantes, el ajo y especias como el curry, la soja o la hierbalimón. Yo sólo estuve en una ocasión en Bangkok por trabajo, pero puedo asegurar que todo lo que probé allí estaba delicioso, espero volver algún día... Bueno, y vamos con la receta, es fácil, rápida y muy veraniega!

Dificultat: baja

Tiempo de realización: 25 minutos + maceración de la carne una o dos horas antes.

Necesitáis (2 personas):
2 filetes de pechuga de pavo (también podéis utilizar pollo)
1 Pimiento verde pequeño
2 dientes de ajo
Nueces de macadamia (o en su defecto, almendras)
2 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de zumo de limón
Una cucharadita de ralladura de limón
Aceite picante o piri piri
Cilantro (opcional)
Pimienta negra
Sal
Palitos para brocheta
Arroz basmati

Cómo se hace:
1. Cortar los filetes de pavo en cuadraditos no muy pequeños, para la brocheta. Salpimentar y condimentar con una pizca de cilantro y un poco de ralladura de limón.
2. Machacar las nueces de macadamia en un mortero o picarlas con una picadora. Tostar ligeramente las nueces picadas en una sartén. Picar el ajo fino y mezclar con las nueces.
3. Rebozar los trozos de pavo con la mezcla de nueces y ajos.
4. Mezclar en el mismo mortero o en un recipiente la salsa de soja con el zumo de limón y unas gotas de aceite picante y rociar con ella los trocitos de pavo. Tapar con un film y dejar macerar en la nevera una o dos horas.
5. Pasado ese tiempo, cortar el pimiento en cuadrados y pasar unos minutos por la plancha. Montar las brochetas intercalando la carne con los trozos de pimiento. Meter en horno precalentado a 200 grados durante 10 minutos, darles la vuelta y hacerlas otros 10 minutos por el otro lado.
6. Mientras se terminan de hacer las brochetas, preparamos un poco de arroz basmati como acompañamiento.

martes, 25 de junio de 2013

Guiso de chocos en su tinta con arroz


Queridos seguidores de UTA, esperamos que hayáis disfrutado del solsticio de verano y del día de San Juan. Siempre me encantó esta noche y lo que significa... el comienzo del verano, la celebración de la cosecha, de los frutos de la tierra y del calor del sol. Una celebración sin duda de origen pagano, donde el fuego está presente en forma de hogueras que iluminan el horizonte o de llamaradas que inundan el cielo recordándonos que formamos parte de la naturaleza y que dependemos ella.

Y hablando de cosechas, ayer volvimos de Sisán con unos cuantos tesoros, entre los que estaban unos chocos de la ría de Arousa recién pescados que se me hacía la boca agua pensando en prepararlos. El problema es que no sabía cómo, pero Mamá enseguida me dió unos consejos y resultaron esquisitos. Para nuestros lectores de fuera de Galicia aclaramos que el choco es un molusco cefalópodo, que se conoce también con el nombre de sepia, xiba o chopo. El choco tiene una bolsa de tinta que suelta para defenderse cuando se siente amenazado y que da ese color oscuro a la salsa en esta receta.

Dificultad: baja

Tiempo de preparación: 45 minutos

Necesitáis (para 2 personas):
300 g de chocos o sepias (según tamaño, unos 2 chocos medianos por persona)
1/2 cebolla
1/2 pimiento verde
1 diente de ajo
1 pimienta cayena o un trozo de guindilla (opcional)
Aceite de oliva
Perejil
Sal

Cómo se hace:
Nota: Yo ya tenía los chocos limpios y listos para cocinar. Si no es vuestro caso, debéis limpiarlos cuidadosamente, guardando una bolsita de tinta para la salsa. Debajo del grifo, retirar la concha interna o pluma presionando contra la piel, y luego las vísceras introduciendo los dedos en el cuerpo sin separar totalmente la cabeza. Cuidado con las bolsas de tinta porque si se rompen manchan mucho. Retirar también la boca o pico ejerciendo un poco de presión sobre los tentáculos abiertos y los ojos pellizcando un poco la base y cortándo limpiamente con un cuchillo.

1. En una cazuela ponemos un chorro de aceite de oliva y echamos la cebolla picada y un diente de ajo picado también, le damos unas vueltas y añadimos el pimiento verde cortado en cuadraditos. Dejamos rehogar unos minutos.
2. Mientras, cortamos los chocos ya limpios en trozos no excesivamente pequeños para guisar. Los incorporamos al sofrito dorándolos un poco. Sazonamos y añadimos un poquito de perejil y una cayena si nos gustan con un toque picante. Añadimos un chorrito de vino blanco, removemos.
3. Rompemos una bosa de tinta vertiendo el contenido en un vaso de agua y vamos añadiendo el agua al guiso (una cantidad que casi cubra los ingredientes pero no totalmente). Subimos el fuego hasta que hierva y luego lo bajamos y dejamos que cueza a fuego lento durante quince minutos. Si vemos que se seca añadimos agua poco a poco.
4. Pasado ese tiempo echamos al guiso una tacita de arroz, le damos unas vueltas y dejamos que se haga otros 15 minutos en la salsa. Vamos añadiendo un poco más de agua si es necesario, procurando no pasarnos para que la salsa quede concentrada pero sin secarse en exceso. Pasado el tiempo de cocción de arroz tapamos totalmente la cazuela y dejamos que repose un par de minutos. Servimos con pan, que la salsa lo merece.

Nos despedimos con un fragmento de La montaña mágica de Thomas Mann que nos habla del solsticio de verano y que esa misma tarde de junio leíamos en Sisán:

"Fiesta de solsticio -dijo Hans Castorp-. ¡Solsticio de verano! Fiesta de San Juan, los corros, los bailes en torno a las hogueras. Nunca lo he visto, pero parece que es así como los hombres primitivos celebraban la primera noche de verano con que comienza el otoño, ese mediodía y esa cúspide anual que empieza luego inmediatamente a descender. Bailan y giran y están alegres. ¿De qué se alegran en su sencillez primitiva? ¿Puedes comprenderlo? ¿Por qué están tan contentos? ¿Porque ya se desciende hacia las tinieblas o porque se había ido subiendo hasta llegar al instante, al inevitable punto solsticial, la medianoche del verano, la cúspide melancólica en su presuntuoso exceso de fuerza? Lo digo tal como es, con las palabras que se me van ocurriendo. Es un orgullo melancólico y una melancolía orgullosa lo que les hace bailar, lo hacen positivamente por desesperación, si puede así decirse, en honor del movimiento circular y de repetición eterna sobre la línea de dirección en la que todo se repite."

sábado, 8 de junio de 2013

Lomitos de cerdo en salsa de cava y mostaza


Llevamos unas semanas de menos actividad en UTA. Viajes, proyectos, exámenes finales y otros compromisos nos mantenido ocupadas, pero ya estamos de vuelta con más recetas fáciles y sobre todo rápidas, para los que como nosotras, estéis en plena actividad estos días. Esta receta se prepara en 25 minutos y es una alternativa a freír los filetitos de lomo de cerdo. Se me ocurrió buscando algo de inspiración en la red y aprovechando los ingredientes que ya tenía en casa. El cava lo podéis sustituír por vino blanco, y la mostaza si no la tenéis os recomiendo que os hagáis con ella. Se trata de mostaza de Dijon de la casa Maille "a la antigua", y pienso hacer más recetas con ella porque es una auténtica delicia, tiene un sabor muy delicado y especial, un poco agridulce. ¡Vamos a ello!

Dificultad: baja

Tiempo de preparación: 25 minutos

Necesitáis (2 personas):
4 filetes de lomo de cerdo
1 cucharada de harina
1 diente de ajo
1/2 cebolla
Un trocito de puerro
1 zanahoria
1 vaso de cava
1 cucharadita de mostaza en grano
1 cucharadita de miel
Aceite de oliva virgen
Hierbas provenzales
Pimienta
Sal

Cómo se hace:
1. En una olla ponemos un chorro de aceite de oliva y sofreímos la cebolla y el puerro cortados finos, y la zanahoria en rodajas muy finas. Mientras, salpimentamos los lomitos, los adobamos con el ajo picado y los enharinamos ligeramente por cada lado.
2. Cuando esté transparente la cebolla añadimos un vaso pequeño de cava y removemos un poco para que se evapore el alcohol.  Incorporamos los lomitos, añadimos algo menos de medio vaso de agua, subimos el fuego y cuando empiece a hervir lo bajamos.
3. Añadimos una cucharadita de miel y una cucharadita de mostaza y las disolvemos en la salsa. Dejamos que se vaya haciendo a fuego lento durante 20 minutos, dándole una vuelta a los filetes de vez en cuando para que se hagan bien. Cuando esté casi apunto rectificar de sal y espolvorear con hierbas provenzales al gusto.

Nosotras lo servimos con un poco de arroz basmati como acompañamiento. Si preferís patatas podéis freírlas cortadas en cuadraditos y antes de que estén hechas añadirlas a la salsa para que se terminen de hacer en ella, quedarán muy ricas. Y en cuanto al cava...pues sera perfecto para acompañar  un postre, por ejemplo con fresas ahora que están en temporada. ¿Qué me decís de esta Tarta Pavlova que nos trae esta semana Brunoise Cocina?.

miércoles, 29 de mayo de 2013

"Orecchiette" con pesto y gambas


Hoy os traemos un plato sabroso y fresco ahora que se acerca el verano, se trata de pasta con salsa de pesto y gambas. Por cierto, si tenéis un pequeño espacio en vuestra casa como un balcón o una terraza, os recomendamos que creéis vuestro propio huerto de hierbas aromáticas, así tendréis a vuestra disposición las especias para enriquecer vuestros guisos, hacer infusiones, cocktails o decorar postres: albahaca, perejil, tomillo, menta y salvia son algunos ejemplos de aromáticas disponibles en el mercado.  El cuidado de las hierbas es muy sencillo en general: es aconsejable regarlas por la mañana temprano o bien a la tarde a la caída del sol, necesitan mucha luz pero no sol directo, pueden estar en el balcón cuando el tiempo es apacible y si están abrigadas del viento. ¡Vamos con la receta!

Necesitáis (para 4 personas) :
400 g de orecchiette (o otro tipo de pasta a vuestra elección)
300 g de gambas frescas
2 cucharadas de pesto
3 cucharadas de aceite
1 chalota
Pimienta y sal

Para el pesto (para 4 personas)
50 g de albahaca fresca
15 g de piñones
30 g de queso parmesano
6 cucharadas de aceite de oliva virgen
Ajo
Sal

Elaboración pesto :
El pesto como su nombre indica se realiza "pestando" los ingredientes, así que la preparación tradicional consiste en machacar los ingredientes en un mortero. Si preferís ahorrar tiempo y tenéis la suerte de disponer de un robot de cocina, como es mi caso, lo podéis utilizar y lo tendréis listo en un momento. Ponemos en el mortero o en nuestro robot: las hojas de albahaca lavadas, los piñones ligeramente tostados en una sartén, el aceite (6 cucharadas), una pizca de sal grueso, el queso parmesano (se puede sustituír con un manchego curado) y el ajo. Mezclar bien hasta obtener una pasta fina, si el ajo no se ha triturado completamente lo eliminamos.

Elaboración:
1. Cocer la pasta en abundante agua salada siguiendo el tiempo de cocción especificado por el fabricante.
2. Mientras se cuece la pasta dorar en una sartén, con 3 cucharadas de aceite, la chalota cortada muy fina.
3. Añadir las colas de las gambas peladas, salpimentar y cocinar durante unos minutos.
4. Escurrir la pasta al dente reservando 2 o 3 cucharadas del agua de cocción.
5. Saltear la pasta en la sartén con las gambas añadiendo el agua de cocción que hemos reservado y mezclar bien a fuego fuerte.
6. Retirar la olla del fuego y añadir el pesto. El pesto nunca se cocina al fuego, sino que se añade al final para que el plato conserve su frescura.

¡A disfrutar!

miércoles, 22 de mayo de 2013

Empanada de bacalao con pasas


Bos días amigos! Hoy traemos una receta típicamente gallega, ya que hace poco celebramos el Día das Letras Galegas, este año dedicado a Roberto Vidal Bolaño. Para celebrarlo hicimos una empanada, en esta ocasión de bacalao con pasas, y es que pocas cosas hay más gallegas que una empanada, ¿no os parece?. En esta ocasión innovamos algo en el relleno, siguiendo las ideas del fantástico blog de Mercado Calabajío, que aconseja añadir al relleno puerro y piñones además de las tradicionales pasas. Lo cierto es que los piñones no se notan mucho, pero el puerro aporta un sabor delicioso al relleno que nos encantó, y las pasas por supuesto añaden ese toque dulce que contrasta con el bacalao haciendo de esta empanada una de las más ricas, según nuestro punto de vista. Ya nos contaréis...

Dificultad: media

Tiempo de elaboración: 2-3 horas contando tiempo de levedado y horneado

Necesitáis (para una buena empanada familiar, 10 raciones):
Para la masa
600 g de harina de trigo
220 ml de aceite de oliva virgen (para que nos sobren 150 ml de aceite del rustrido).
200 ml de agua templada
40 g de levadura fresca de panadero prensada (o 2 sobres de levadura de panadero seca)
Media cucharadita de sal

Para el relleno
500-600 g de bacalao (utilizamos ya desalado y desmigado)
2 cebollas medianas
1 puerro
1 pimiento rojo (medio si es muy grande)
1 pimiento verde (medio si es muy grande)
Un puñado de uvas pasas
Pimentón dulce de la vera

Elaboración:
1. Si vuestro bacalao necesita desalar, debéis ponerlo en remojo en un recipiente amplio y en la nevera desde 36 horas antes y hacer dos cambios del agua. En este caso utilizamos bacalao desmigado ya desalado, así que no es necesario.
2. Ponemos a hervir el bacalao 10 minutos, lo sacamos y escurrimos bien. Si es desmigado lo dejáis como está, sino lo desmigáis separando las lascas (sin deshacerlo demasiado) y dejándolo libre completamente de espinas y piel.
3. Cortamos las verduras en trozos medianos, en cuadraditos o alargados, como prefiráis.
4. En una cazuela o sartén ponemos el aceite de oliva y las verduras troceadas y las rehogamos a fuego lento durante unos 40 minutos. A nosotras nos gusta que queden muy blanditas.
5. Añadimos las pasas y por último, incorporamos el bacalao desmigado y una cucharadita de pimentón. Damos unas vueltas a todo el conjunto.
6. Vamos sacando el relleno a un recipiente para que enfríe escurriéndolo con ayuda de un colador y guardando el aceite que nos va sobrando. Reservamos.
7. Comenzamos con la masa. Ponemos la harina en un bol, hacemos un hueco en el centro y añadimos 150 ml del aceite que nos ha sobrado del rustrido, 200 ml de agua templada y la levadura.
8. Removemos, primero con una cuchara de madera y cuando sea manejable, sobre una superficie plana y resistente ponemos un poquito de harina y seguimos amasando durante al menos 15 minutos. Esto es importante, cuanto más la amaséis mejor quedará.
9. Formamos una bola con la masa, la colocamos en un recipiente, haciendo unos cortes con un cuchillo y la tapamos con un pañito. La dejamos levedar 1 hora o más.
10. Pasado ese tiempo veréis que la masa se ha multiplicado casi por tres. Cogemos un trozo y lo estiramos bien con el rodillo, lo colocamos sobre la bandeja.
11. Ponemos el relleno sobre la masa estirándolo pero que quede bien compactado.
12. Estiramos otro trozo de masa para la cubierta. La colocamos encima, tapando el relleno. Cortamos la masa sobrante del borde y cerramos juntando y retorciendo las dos partes de la masa. Hacemos un agujerito en el centro para que respire y la pinchamos con un tenedor. Pintamos la empanada con el aceite del rustrido. Podéis decorarla con la masa sobrante.
13. Horneamos durante 40 minutos (o más, hasta que esté bien dorada) en horno normal precalentado a 180 grados.


Consejos:
- Si queréis hacer una empanada algo más pequeña no tenéis más que reducir los ingredientes proporcionalmente.
- A no ser que tengáis mucha práctica en la cocina, os aconsejamos que para la masa, midáis los pesos y volúmenes lo más exactamente posible ya que las proporciones son importantes.
- Podéis preparar el relleno el día anterior. Escurridlo bien, guardadlo en un recipiente cerrado en la nevera y reservad el aceite del rustrido. Así el día de hacer la empanada el relleno ya estará frío, más concentrado y os llevará menos tiempo.
- La empanada es mejor hacerla con bastante tiempo de antelación, incluso el día antes, ya que fría y "asentada" está más rica.

domingo, 19 de mayo de 2013

Confit de tomates



El término "confit" deriva del verbo francés confire que quiere decir conservar. Así, se denomina "confit" a aquellas preparaciones de frutas y verduras que se cuecen lentamente con azúcar o vinagre, con el fin de conservarlos durante un tiempo prolongado.

Los tomates así elaborados adquieren un sabor intenso y dulce, y son una buena alternativa a los tomates secados al sol. Son perfectos para acompañar vuestros platos de pasta, también como aperitivo acompañando a quesos frescos o pescados ahumados, o para dar un toque de sabor a vuestras ensaladas o bocadillos. ¡Un must en vuestras despensas!.

Dificultad: Media

Tiempo de elaboración: una hora y media de cocción y 5 minutos de preparación.

Necesitáis:
500 g de tomates (los mejores para esta receta son los tomates pera, pero puedes usar igualmente otra variedad, siempre que sean bien rojos y maduros).
1 diente de ajo
2 cucharadas de azúcar moreno
Aceite de oliva virgen
Orégano
Pimienta
Sal

Cómo se hace:
1. Lavar y secar los tomates, cortarlos por la mitad y colocarlos en una fuente cubierta con papel de horno, con la parte del corte hacia arriba.
2. Salpimentar y espolvorear con el azúcar los tomates.
3. Colocar en la fuente el diente de ajo machacado sin pelar y espolvorear con el orégano.
4. Por último, rociarlos con el aceite  de oliva virgen.
5. Hornear a 140 grados (en horno ventilado) durante una hora y media. Los tomates se ablandarán y se secarán ligeramente.
6. Deja que se enfríen antes de usarlos. Con esta preparación los tomates se conservan en el frigorífico durante una semana, basta con colocarlos en un recipiente hermético y cubrirlos con un poco de aceite.

sábado, 11 de mayo de 2013

Ragú alla bolognese (receta italiana de la salsa boloñesa)


El ragú es una preparación típica de la cocina italiana que consiste en dejar cocer carnes (carnes rojas, aves o pescados) en sus propios jugos y durante un tiempo prolongado, a baja temperatura. El resultado final es una salsa aderezada con una guarnición aromática elaborada a base de de un sofrito de ingredientes vegetales troceados muy finos antes de la incorporación de la carne.

En la cocina italiana es un plato muy común. En España tenemos variantes como los estofados, en los que la carne se trocea más grande, en lugar de estar picada, como es el caso de esta receta italiana. El ragú bolognese según algunas fuentes, se caracteriza por emplear carne de cerdo en su elaboración, mientras que el ragú napoletano se hace con carne de ternera, que es la que hemos optado en utilizar aquí, pero aún así le hemos llamado "alla bolognesa" porque es como se suele conocer esta receta en España. El único truco para que quede muy muy rica es hacerla a fuego lento.

Ingredientes (2 comensales):

200 g de pasta alargada
200-250 g de carne picada de ternera (mejor si es picada al momento)
1 zanahoria
1 cebolla
2 tallos de apio
Salsa de tomate (mejor si es natural)
Un chorro de vino blanco
Albahaca y mejorana (opcional)
Pimienta (opcional)
Aceite de oliva virgen
Sal

Cómo se hace:

1. Picar fino todas las verduras y sofreírlas en una cazuela con un chorrito de aceite a fuego medio.
2. Pasados unos diez minutos, incorporar la carne y dorarla desmenuzándola con una cuchara de madera. Añadir sal, un poco de pimienta y hierbas aromáticas al gusto. Por último, añadir un chorrito de vino y dar unas vueltas para que se evapore el alcohol.
3. Añadir la salsa de tomate, bajar el fuego y dejar que se haga lentamente durante aproximadamente una hora y media, dándole una vuelta de vez en cuando. Veréis que la salsa de tomate burbujea ligeramente y se va concentrando.
4. Una vez cocinada la salsa, corregimos de sal si es necesario y cocemos la pasta al dente. Servimos la pasta bien escurrida con la salsa boloñesa y un poco de queso parmesano rallado.

miércoles, 24 de abril de 2013

Crema catalana


La Crema Catalana es un postre clásico que nos encanta, y es que ¿quién puede resistirse a esa cremosidad con aroma a limón y a canela?... además, no nos diréis que no disfrutáis como Amélie ¡rompiendo el caramelo con la cuchara!...

Dificultad: Media

Necesitáis (para 4 raciones) :
4 yemas de huevo
1/2 litro de leche
100 g de azúcar
60 g de azúcar moreno (para quemar)
1 cucharada de maizena
Cáscara de limón (evitando la parte blanca)
1 rama de canela

Cómo se hace:
1. Disuelve la maizena en un vaso de leche y reserva.
2. Pon a calentar el resto de la leche con la cáscara de limón y la canela. Cuando hierva, aparta del fuego y reserva.
3. Mientras tanto, en un bol, junta las yemas con el azúcar y remueve hasta que quede una mezcla bien homogénea.
4. A continuación vierte sobre esta mezcla, poco a poco, la leche caliente removiendo bien (retirar previamente el limón y la canela). Al final, incorpora la leche con la maizena disuelta.
5. Pon a cocer a fuego lento removiendo con una espátula para que no se pegue, cuando la crema espese retírala del fuego.
6. Pon la crema en cazuelitas individuales y dejalas enfríar en el frigorífico.
7. En el momento de servir espolvorear con azúcar moreno y con una plancha de quemar caliente o con un soplete de cocina quema la superficie para que quede una capa durita caramelizada. Conviene espolvorear uniformemente el azúcar para que el caramelo quede fino.