domingo, 27 de enero de 2013

Crema de espinacas y garbanzos


Si algo nos ha quedado claro estos días es que estamos en invierno, ¡y vaya invierno!, por eso en UTA hemos pensado que era un buen momento para mimar a nuestros lectores con un plato calentito y reconfortante. Esta es la receta de una sopa vegetariana, muy fácil de hacer, y que nos ayudará a "desintoxicarnos" de turrones, capones, higos secos, mazapán y demás manjares de las fiestas pasadas, pero sin renunciar al sabor y delicado aroma resultantes de la combinación de estos vegetales con las hierbas aromáticas que os proponemos. Y ya que estamos decididos a ponernos en forma, ¿por qué no acompañar esta receta con una carrerita por la ciudad? Ahí queda la sugerencia...

Dificultad: Baja

Tiempo de preparación: 1 hora

Otra información: 
vegetariana, apta para celíacos

Necesitas (para 6 razones) :
500 g de garbanzos cocidos
160 g de espinacas frescas
3 puerros
20 g de hierbas aromáticas provenzales (tomillo, orégano y romero)
2 dientes de ajo
2 hojas de laurel
10 g de perejil
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta
Sal

Cómo se hace:
1. Pelamos el puerro, lo cortamos en rodajas finas y lo doramos en una olla con dos cucharadas de aceite de oliva virgen.
2. Unos minutos después añadimos los garbanzos ya cocidos, dos dientes de ajo en camisa (con piel) ligeramente aplastados y las hierbas aromáticas.
3. Salpimentamos y añadimos un litro de agua hirviendo, cubrimos la olla y cocemos a fuego bajo durante unos 30 minutos.
4. Lavamos las espinacas y las secamos, las unimos al resto y cocemos otros ocho minutos.
5. Retiramos del fuego y dejamos enfriar, una vez fría pasamos por la batidora unos tres cuartos de la crema  y si lo consideramos necesario añadimos un poco de agua para conseguir la consistencia de nuestro gusto.
6. Servir bien caliente, podemos acompañarla con pan tostado o reservar algunos garbanzos enteros para adornar.

¡Feliz domingo!

viernes, 25 de enero de 2013

Rollitos de pechuga de pollo rellenos


Si hay un clásico entre las recetas de esta casa, es este plato. Basado en la receta de pavo relleno de Matilde Felpeto, nuestra versión mini con pechuga de pollo es un plato fácil de preparar, riquísimo y muy socorrido, ya que se puede calentar de un día para otro y aún está más rico. Es ligero y perfecto para llevar al trabajo cortadito, ya que admite el recalentado en microondas. Nos encanta acompañado de arroz basmati, aunque también le van muy bien unas patatas fritas y una ensalada.

Dificultad: baja

Tiempo de preparación: 50 min

Necesitas (para 4 raciones):
2 pechugas de pollo más bien grandes (o de pavo)
2 lonchas de jamón serrano
4 pimientitos de piquillo asados
Aceitunas verdes (podéis deshuesarlas o utilizar sin hueso, que os ahorrará tiempo).
1 huevo (opcional, si queréis añadir tortilla al relleno)
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta negra
Sal
Hilo de bridar carne

Cómo se hace:
1. Limpiar las pechugas de posible grasa que puedan traer adherida y abrirlas para que queden lo más extendidas posible (como un filete). Mi truco es abrirlas longitudinalmente con un cuchillo largo, primero de derecha a izquierda, y luego de izquierda a derecha para terminar de abrirla (un corte en S). Esto dependerá de la forma y tamaño de las pechugas, debemos intentar que nos queden unos filetes que podamos enrollar, pero no excesivamente finos.
2. Salpimentar el interior de los filetes y colocar cuidadosamente primero una loncha de jamón serrano, a continuación uno o dos pimientos asados abiertos y extendidos y por último las aceitunas. Opcionalmente podéis batir un huevo y hacer una pequeña tortilla francesa pasándolo por la sartén. Esta se trocea en tiras alargadas y se añaden al relleno.
3. Enrollar las pechugas. Debéis hacer un rollo apretadito procurando que no sobresalga nada del relleno y atarlo con el hilo de cocina. Primero un nudo en un extremo, tiráis del hilo y hacéis otro nudo en el medio, y un último nudo en el otro extremo. Por último, cerrar las puntas y atar para que queden los rollitos sólo con pechuga por fuera y bien atados.
4. En una olla de guisar poner una base de aceite de oliva. Picar la cebolla y el ajo en trocitos pequeños y añadirlos a la olla. Darle unas vueltas en frío para que se empapen bien del aceite, así no se quemarán tan fácilmente. Poner a fuego fuerte y dorar en el aceite los rollitos, junto con la cebolla y el ajo. Ir dándole vueltas hasta que estén bien dorados por fuera con cuidado de que no se peguen.
5. Cuando estén dorados los rollitos, bajar a fuego medio, añadir medio vaso de vino blanco y medio de agua y dejar medio tapada la olla mientras se van haciendo durante 20-25 minutos.
6. Pasado ese tiempo, sacar los rollitos, desatarlos y cortarlos transversalmente. Podéis dejar la salsa tal cual o batirla para que se deshaga el ajo y la cebolla, quedará más presentable y deliciosa. Servir 3 trocitos por plato acompañados de arroz basmati con la salsa por encima y más salsa aparte para que añadan los comensales a su gusto.

El relleno admite variaciones, también podéis añadir setas, por ejemplo. Y en cuanto la salsa, si no tenéis vino blanco podéis utilizar también cerveza. ¡Ya veréis como tienen éxito!.

miércoles, 16 de enero de 2013

Hummus con tahini


Saludos a todos y ¡Feliz Año 2013! Después de esta parada vacacional, Un Toque de Azafrán vuelve a su actividad habitual. Tenemos muchas y buenas recetas que compartir con todos para este año. En próximas ocasiones intentaremos publicar recetas acordes con las festividades. En principio este espacio fue concebido como un lugar para recopilar y compartir recetas, más que un diario continuo de cocina, pero hemos recibido alguna sugerencia para publicar recetas e ideas de cocina acordes con la época del año, así que ahora que se acercan los carnavales intentaremos incluir recetas propias de esta época gastronómicamente tan rica.

El otro día hablando con una amiga me comentó que iba a cenar unas tostaditas con hummus y me dieron muchas ganas de volver a probarlo. Así que el chef Aldo se puso manos a la obra y voilá, un delicioso hummus para tomar como entrante o acompañamiento, ¡le quedó espectacular! La palabra hummus tiene origen árabe y significa 'garbanzos', que es el ingrediente principal de esta antigua receta. Otros ingredientes básicos son ajo, zumo de limón y tahini, que es sésamo o aceite de sésamo, aunque hay variantes que incluyen otras hierbas, especias e incluso vinagre. Tradicionalmente se come con un pan de pita, o se sirve acompañado de pimentón y aceite de oliva como acompañamiento de carnes, pollo, pescados u otros vegetales. Es un plato típico de Oriente Medio, hoy muy popular en en Turquía, el Líbano, Israel, Palestina, Marruecos y el norte de África. ¡Vamos con la receta!

Antes de empezar, nos gustaría comentar que hay múltiples recetas, como la de Javi Recetas, que también explica como hacer el tahini y algunos consejos sobre la textura y fotografías detalladas que están muy bien. La nuestra es muy similar, simplemente utilizamos algo más de pimentón, comino y sal y añadimos perejil.

Dificultad: baja

Tiempo de realización: 1 h 15 min (15 min si utilizamos garbanzos precocidos)

Necesitas (para 4 raciones):

Para el tahini
2 cucharadas de semillas de sésamo
4 cucharadas de aceite de oliva
Sal

Para el hummus
400 gramos de garbanzos. En este caso utilizamos garbanzos naturales de La Bañeza (León), aunque se puede hacer con garbanzos precocidos de bote.
2 cucharadas de tahini.
1 diente de ajo
1 cucharada de comino
1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera
Zumo de medio limón
1/2 vaso de agua
1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
Perejil
Sal

Cómo se hace: 
1. Si lo hacemos con garbanzos naturales, los dejamos en remojo en un bol con agua a temperatura ambiente durante la noche. Al día siguiente, los cocemos aproximadamente 45 minutos (podemos aplastar uno con un tenedor para comprobar que están cocidos). Una vez cocidos los escurrimos bien y reservamos.
2. Mientras cuecen los garbanzos preparamos el tahini. Para ello, tostamos las semillas de sésamo ligeramente en la sartén hasta que adquieran un tono dorado y las retiramos dejando que enfríen un poco. A continuación las ponemos en el baso de la batidora con el aceite y una pizca de sal. Batimos bien, despegando con ayuda de una espátula las semillas que puedan quedar adheridas a las paredes. Si vemos que está muy seco podemos añadir un poco de agua, pero no debe quedar muy líquido, sino con aspecto de una pasta más o menos uniforme.
3. Ponemos los garbanzos en la batidora junto con el diente de ajo pelado, el tahini, la sal a gusto, el comino y el perejil. Batimos poco a poco y añadiendo agua según vayamos necesitando, es importante no pasarse con el agua, así que vamos añadiendo conforme lo batimos para ver como nos va quedando la consistencia. Lo ideal es que quede como una crema fácil de untar en el pan.

En cuanto a la presentación, podéis dejarlo así y acompañar de tostadas o pan de pita, o bien presentarlo  extendido suavemente en una bandeja o plato y decorado con aceite de oliva, pimentón, perejil y unos garbanzos cocidos enteros, eso lo dejamos a vuestra elección. ¡Que lo disfrutéis!