miércoles, 3 de septiembre de 2014

"Pastas de Tere"

Receta: Matilde Felpeto

Hoy quiero compartir con vosotros una receta muy especial que aprendí este verano estando de vacaciones en Sisán. De influencia mediterránea en sus ingredientes, según nos explica Matilde Felpeto, estas pastas son el perfecto acompañamiento para el café o té de la merienda, o para cualquier momento del día en que se nos antoje algo dulce. No llevan mantequilla ni huevo, por lo que se pueden conservar frescas en un recipiente adecuado para tomarlas cuando más nos apetezca o para hacer las delicias de nuestros invitados. Tere es el nombre de la autora original de la receta y por ello hemos querido llamarlas así. Si os interesa saber algo más sobre el origen de estas pastas, podéis visitar el blog de Brunoise Cocina.

Tiempo de elaboración: 30 minutos (con adornos)

Dificultad: muy fácil

Necesitáis (para unas 30 pastas, según tamaño):
1 taza de café de nata líquida de cocinar (35% MG)
1 taza de café de azúcar
3/4 de taza de café de aceite de oliva refinado (0.4 grados de acidez)
200 - 250 g de harina de trigo (las cantidad final dependerá de la harina)
Ralladura de limón
Azúcar glacé para espolvorear
Sal
Adornos (opcional): almendras fileteadas, guindas confitadas, chocolate fondant negro o blanco, etc.
Moldes cortapastas

Cómo se hacen:
1. En un bol vertemos la nata, el azúcar y el aceite y una pizca de sal y batimos hasta obtener una mezcla homogénea.
2. Añadimos una cucharadita de ralladura de limón.
3. Vamos incorporando la harina a la mezcla anterior y amasando hasta que adquiera una consistencia que nos permita amasar con las manos. La cantidad a añadir varía mucho según la harina de que se trate, por lo que iremos añadiendo hasta obtener una masa muy manejable y brillante, sin llegar a ser pegajosa, pero tampoco debemos añadir harina en exceso o quedará muy dura y seca.
4. Ponemos a precalentar el horno a 180 grados. Extendemos la masa con ayuda de un rodillo, dejándola con un espesor aproximado de medio centímetro.
5. Cortamos las pastas con las formas que más nos gusten y las vamos colocando sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
6. Adornamos las pastas que lleven guindas o almendras, y horneamos todas las pastas durante 10-15 minutos, hasta que adquieran un tono dorado (el tiempo dependerá mucho del horno).
7. Una vez fuera del horno, espolvoreamos las pastas con azúcar glacé y completamos los adornos con chocolate. Si utilizáis chocolate fondant, dejad que enfríe la cobertura antes de guardar las pastas.

En cuanto a los adornos podéis hacer las pastas sencillas, simplemente espolvoradas con azúcar, o dar rienda suelta a vuestras dotes reposteras probando con diferentes adornos o juntando dos pastas con relleno en medio; os aseguramos que de cualquier forma están deliciosas.

Agradecemos la receta a Matilde Felpeto (Mati), que siempre nos mima con infinidad de detalles y su deliciosa cocina.

sábado, 23 de agosto de 2014

Pollo con almendras



¿Qué os parecería una receta con toque exótico y muy fácil de preparar? Sabemos que la comida asiática os encanta, por eso hoy hemos decidido compartir con vosotros una receta muy sencilla de origen chino, se trata del tradicional pollo con almendras. Los ingredientes son fáciles de conseguir y se preparara en un periquete. Nuestro acompañamiento preferido para la carne es el arroz blanco, así como algún tipo de hortaliza fresca en ensalada. En esta ocasión elegimos unos buenos tomates aderezados con comino, albahaca y aceite. Esperamos que os guste ¡y que la pongáis en práctica!.

Tiempo de preparacion : 20 minutos

Dificultad : facilísimo

Necesitas: 
1 pechuga de pollo entera
70 g de almendras peladas
3 cebolletas
1/2 taza de Maizena
1 cucharita de café de jengibre rallado
20 ml de salsa de soja
Caldo vegetal

Cómo se hace:
1. En un wok o sartén tostar las almendras con un poco de aceite. Una vez tostadas, retirar y reservar.
2. Preparar la cebolleta cortandola en láminas y rallar el jengibre.
3. Dorar la cebolleta y el jengibre con un poco de aceite (unas 2 cucharadas).
4. Cortar la pechuga de pollo en dados y enharinarlos con la Maizena (es importante que uséis harina de maíz o Maizena y no otra harina, porque le dará el toque cremoso característico a la salsa).
5. Incorporar al wok el pollo y las almendras y saltear el conjunto.
6. Añadir la salsa de soja y mezclar todo.
7. Ir añadiendo poco a poco el caldo y dejar que se cocine a fuego medio unos 5-10 minutos.

Sugerimos servir en cuencos el pollo y los diferentes acompañamientos para que los comensales si sirvan al gusto y como toque final que marcará la diferencia, recomendamos comer con palillos chinos.

Pesto de tomatitos secos


Aunque muchos de vosotros habréis comenzado esta semana la rentrée, por aquí aún se respiran aires vacacionales, los días aún son largos y tenemos más tiempo para disfrutar haciendo lo que más nos gusta. Desde UTA os animamos a que pongáis en práctica vuestras dotes culinarias realizando una deliciosa y sencilla conserva que os servirá como acompañamiento y condimento para otras recetas y que podréis disfrutar en esos días en que las obligaciones os dejen menos tiempo para cocinar.

El ingrediente principal de este pesto rojo son los tomates secos, una conserva muy típica del sur de Italia y Sicilia. Los tomates se hacen secar al sol y se conservan en aceite adquiriendo un sabor un tanto ácido y ligeramente picante. Podéis prepararlo con antelación y conservarlo en la nevera para acompañar una pizza, unos montaditos, unas patatas o verduras a la parrilla, o bien para usar como condimento de platos de pasta o cous-cous.

Tiempo de elaboración: 15 minutos

Dificultad: muy fácil

Necesitas: 
16 almendras
8 tomates secos
6 hojas de albahaca
1 cucharada y media de queso pecorino romano (queso de cabra curado)
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1/2 diente de ajo

Con estas proporciones obtendréis unos 125 ml de pesto. En un bote hermético se conserva bastantes días  en la nevera, así que no dudéis en doblar las proporciones al prepararlo, ¡es vicioso! 

Cómo se hace:
1. Ponemos todos los ingredientes en el recipiente de la batidora o mixer. Utilizaremos los tomates sin escurrirles el aceite de la conserva, pues aportará sabor y textura al pesto.
2. trituramos la mezcla hasta obtener una pasta tipo paté con textura algo granulosa. Si vemos que nos queda seco, añadimos un poco más de aceite.

Como veis, esta receta no puede ser más fácil. Podéis modificarla al gusto, cambiando los frutos secos, añadiendo piñones o pasas, o cambiando la variedad de queso. Obtendréis un paté vegetal delicioso en el que predominará el sabor de los tomates secos.

¡Que lo disfrutéis!

jueves, 17 de julio de 2014

Cous Cous con fuet y melón


El salchichón, o su versión catalana conocida como fuet, es uno de mis embutidos preferidos para un día de picnic o para una merienda al aire libre cuando el tiempo acompaña; con una tabla para cortarlo y un poco de pan o grissinis para acompañarlo, ¡la fiesta esta servida!. En esta ocasión os proponemos una receta diferente para sacar partido a este delicioso manjar, se trata de un cous cous al que además hemos incorporado un toque dulce de melón que contrasta con el sabor salado del fuet. La combinación resultó deliciosa. Probad, os sorprenderá.

Tiempo de elaboración: 15 minutos de preparación y 30 minutos de reposo. 

Dificultad: fácil


Necesitáis (4 personas):

250 g de cous cous 
3 dl de caldo vegetal 
150 g de fuet o salchichón (no especiado) 
1/2 melón (recomendamos melón cantaloup, naranja)
1 cebolleta
Perejil
Aceite de oliva virgen
Pimienta negra
Sal

Preparación:
1. Ponemos toda la cantidad de cous cous sin cocinar en un bol. Ponemos a calientar el caldo vegetal, y cuando comience a hervir lo vertemos en el bol con el cous cous. Lo dejamos reposar tapado durante 10 minutos, para el cous cous absorva el caldo y se hinche.
2. Pasado ese tiempo, con un tenedor separamos los granos del cous cous y salpimentamos. Añadimos cuatro cucharadas de aceite de oliva y el perejil lavado y picado. 
3. Por último, cortamos el melón en daditos, la cebolleta en láminas finas y el fuet en daditos, dejando unas lonchitas para decorar. Mezclamos todos los ingredientes con el cous cous.  Dejamos reposar 30 minutos en un lugar fresco y servimos. 

jueves, 15 de mayo de 2014

Guiso de conejo al Albariño


Estoy imaginando la cara que pondrá alguno al leer "guiso de conejo", pues mucha gente es reticente a comer este animal. Sin embargo, he de decir que, si no sois vegetarianos o veganos y preferís las carnes ligeras y con poca grasa como el pollo o el pavo, sencillamente lo tenéis que probar. El conejo es una carne fibrosa, baja en grasa, incluso más que el pollo, y con un sabor exquisito. Cocinado a fuego lento durante un tiempo prolongado, su carne queda muy tierna y sabrosa, con los matices que aportan los vegetales, el vino y las especias. Además, se trata de un plato económico. Esta es la receta de toda la vida de Mamá, no tiene grandes dificultades, sólo hay que ponerle cariño.

Tiempo de elaboración: 1 hora y 1/2

Dificultad: fácil

Necesitáis (2 raciones):
1 kg de conejo troceado
1 cebolla
1 puerro
1 zanahoria
3/4 vaso de vino albariño (o en su defecto, vino blanco para cocinar)
1/2 sobrecito de azafrán molido o 3-4 hebras enteras
2 dientes de ajo
Perejil
Pimienta negra
Tomillo
Romero
Aceite de oliva
Sal

Preparación:
1. Lo ideal es adobar unas horas antes (o el día anterior) el conejo con ajo y perejil. Para ello, se machaca el ajo con el perejil en un mortero y se reparte uniformemente por los trozos de carne. Lo dejaremos tapado en la nevera hasta el momento de cocinarlo.
2. En la olla que vayamos a utilizar ponemos un chorro de aceite cubriendo el fondo. Aseguráos antes de que todos los trozos de conejo caben en la olla bien extendidos. Ponemos a calentar el aceite.
3. Mientras, vamos picando la cebolla, el puerro y la zanahoria y los reservamos.
4. Cuando el aceite esté caliente, doramos bien los trozos de conejo por ambos lados. Nos ayudamos de un pincho de cocina para darles la vuelta.
5. Cuando la carne adquiera un tono ligeramente dorado, añadimos los vegetales cortados y les damos unas vueltas con una cuchara de madera para que se empapen del aceite.
6. Añadimos el vino blanco y agitando suavemente la olla para ayudar a que evapore el alcohol. Veréis que durante un minuto desprende bastante vapor, es el alcohol del vino.
7. Llenamos un vaso de agua templada y disolvemos en él azafrán, lo añadimos a la olla, esperamos a que hierva y a continuación, bajamos a fuego bajo-medio. Salpimentamos y añadimos una cucharadita de tomillo y otra de romero. Cerramos la tapa y dejamos que se haga lentamente durante una hora. De vez en cuando comprobamos como se va haciendo, le vamos dando la vuelta a los trocitos para que se hagan por igual y, si fuera necesario, añadimos algo más de agua. 

Podéis acompañarlo de una ensalada de pimientos morrones, que combinan a la perfección con el conejo, o con arroz basmati o unas patatas fritas. Ah! y no olvidéis el pan, que la salsa es para mojar… Bon appétit!

martes, 13 de mayo de 2014

Ensalada de sardinillas y remolacha, con huevos mollet y aceitunas negras


Con la subida de las temperaturas empiezan a apetecer comidas más ligeras, las ensaladas son siempre una opción fresca y fácil de preparar. Hoy no disponía de tiempo para cocinar algo muy elaborado, así que después de buscar algo de inspiración en el libro de El Comidista y de revisar lo que tenía a mano por casa, se me ocurrió una combinación que resultó espectacular. En este caso utilicé unas sardinillas en conserva artesanales de Cambados, un regalo de las pasadas navidades que estaba deseando probar. Es una de mis conservas preferidas, os recomiendo que las elijáis de buena calidad y en aceite de oliva, marcará la diferencia.

Necesitáis (para 2 personas):
1-2 remolachas cocidas (no en vinagre, sólo cocidas)
1 lata de sardinillas en conserva
2 huevos
1 cebolla pequeña (si tenéis cebolla morada le va muy bien)
Aceitunas negras (cantidad al gusto)
Limón
3-4 hojas de hierbabuena
Orégano
Pimienta negra
Aceite de oliva virgen
Sal

Preparación:
1. Ponemos a cocer un huevo mollet (con la yema ligeramente líquida) durante 7 minutos. Cuando esté listo lo sacamos y pelamos bajo el agua fría y reservamos.
2. Cortamos la cebolla en juliana, la colocamos en el recipiente donde vayamos a servir la ensalada y la salpicamos con unas gotas de zumo de limón.
3. Cortamos la remolacha en daditos y la incorporamos a la ensalada. Añadimos un poco de sal.
4. Colocamos cuidadosamente las sardinillas enteras sobre la remolacha. Despepitamos las aceitunas y las añadimos a la mezcla. Espolvoreamos con un poco de pimienta molida negra y la hierbabuena picada.
5. Por último, cortamos el huevo longitudinalmente, dejando un trozo para picar y mezclarlo con el resto. Coronamos con los trozos de huevo la ensalada, añadimos con un poco orégano, un poco más de sal si fuera necesario y por último terminamos de sazonar unas gotas de zumo de limón y un chorrito de aceite de oliva.

viernes, 9 de mayo de 2014

Potaje de acelgas, con patata y huevo


El pasado lunes volvimos de Sisán con las pilas recargadas después de disfrutar del paisaje primaveral. El campo está lleno de flores; después de las lluvias de este invierno la vegetación está muy crecida y de color verde brillante. La viña también va creciendo lentamente cubriendo con un mar de hojas verdes el paisaje del Val do Salnés. Entre algunos de los tesoros que nos trajimos de allí, estaban unas estupendas acelgas con las que preparamos una receta tradicional de Mamá. Se trata de un sencillo potaje con patata y huevo, pero donde la protagonista es esta verdura de sabor característico y delicioso. Por cierto, las acelgas tienen muchas propiedades nutritivas de interés, entre las que destaca su contenido en betaína, una sustancia que facilita el metabolismo de las grasas. reduciendo el nivel de triglicéridos en el organismo y ayudando al hígado a realizar su función.

Tiempo de preparación: 30 minutos

Dificultad: muy fácil

Necesitas (para 2 raciones generosas):
8-10 hojas de acelga
1-2 patatas (según tamaño)
1-2 huevos (nosotros utilizamos dos)
1 diente de ajo (opcional)
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita de harina
Sal

Cómo se hace:
1. Lavar cuidadosamente las hojas de acelga, cortar y retirar las pencas (reservar para otras preparaciones). Cortar las hojas, primero con un corte longitudinal y luego transversalmente en trozos medianos. Colocar en la olla donde vayamos a cocinarlas.
2. Pelar y cortar la patata en trocitos pequeños, tronchándola para que suelte la "harina" y ayude a espesar la salsa. Incorporar a la olla los trozos de patata esparciéndolos uniformemente.
3. Añadir agua a la olla hasta casi cubrir las hojas, pero no de todo. Es mejor echar menos agua al principio e ir añadiendo si es necesario, de esta forma el sabor quedará más concentrado.
4. Poner a hervir tapando la olla. Cuando empieze a hervir bajar a fuego medio-lento y dejar cocer el conjunto unos 15 minutos.
5. Cuando veamos que la patata empieza a estar cocida, ponemos a cocer los huevos en un cacito aparte. Mientras, picamos y doramos el ajo en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando esté dorado añadimos una cucharadita de harina y le damos unas vueltas.
6. Incorporamos el huevo cocido y troceado a la olla y por útlimo el sofrito de ajo. dejamos cocer el conjunto tapado durante 5 minutos más para que liguen todos los sabores y espese un poco más.

Recomendamos acompañar con un buen pan, servir en plato hondo y comer con cuchara, pues se trata de un plato caldoso. Os dejamos con unas fotos de la primavera en Sisán...




Nota: si tenéis la posibilidad, os recomendamos que compréis los huevos de producción ecológica o, en su caso, de gallinas camperas (criadas en naves pero con la posibilidad de salir, aproximándose al hábitat natural). El sabor no tiene comparación con los huevos de producción más industrial, y además estaremos promoviendo una producción más sostenible y compatible con la conservación y el trato ético de los animales. ¡Gracias!

jueves, 1 de mayo de 2014

Pollo con salsa de fruta y curry



En esta receta os explicamos como hacer una salsa fresca con un ligero toque especiado para acompañar carnes blancas. En este caso la utilizamos como aderezo de unas albóndigas de pollo con arroz y la combinación resultó deliciosa. Otra posibilidad es freír unas pechugas cortadas en tiras no muy finas, y saltearlas con la salsa.
La combinación de los sabores frutales dulces y ácidos con el curry aportará a vuestras recetas un toque exótico, sin resultar muy fuerte. Pero si sois amantes de la cocina oriental podéis intensificar el sabor sustituyendo la leche con leche de coco. ¿Os animáis a probar?

Dificultad: Baja

Necesitáis: 
1-2 pechugas de pollo 
1/2 cebolla 
1/2  piña
1/2  manzana
Aceite de oliva (unas 3 cucharadas) 
1 cucharadita de curry en polvo (no picante) 
1/2 vaso de leche
Agua
Sal 

Cómo se hace: 

1. Salpimentar las pechugas y picar en dados la fruta.
2. Cortar la cebolla en brounoise y pocharla en el aceite a fuego lento, cuando esté transparente añadir la piña y la manzana y saltear a fuego medio 3-4 minutos. 
3. Condimentar con sal y curry y rehogar otros 2 minutos. 
Añadir la leche y agua hasta cubrir la fruta,  tapar y cocinar a fuego suave hasta que la fruta esté blanda, durante aproximadamente 30 minutos. Añadir un poco de agua si la salsa se reduce mucho. Corregir de sal. 
4. Triturar la salsa con una batidora y la colarla para que quede más fina. Ponerla de nuevo en una olla al fuego. Comprobar que está bien de sal y textura y añadir un agua si fuera necesario. 
5. Saltear en una sartén con poco aceite la pechuga cortada en tiras o lo que vayamos a acompañar con la salsa. 
6. Incorporar la carne a la olla con la salsa y dejar que se cocine durante 5-10 minutos. Resulta ideal si lo acompañamos con un arroz pilaf o "jazmín" aromático. 

viernes, 4 de abril de 2014

Revuelto campestre

Receta: Aldo Barreiro

Hoy os traemos una receta deliciosa de la mano del "chef Aldo", se trata de un revuelto muy fácil de hacer y absolutamente delicioso. ¡Tenéis que probarlo!

Necesitáis (para 4 personas):
Setas (de cualquier tipo) (200 g)
10-14 espárragos trigueros
8-10 corazones de alcachofa.
1 cebolla grande
4 tiras de bacon
5 huevos
Almendras peladas (50 g aprox.)
Piñones (50 g aprox.)
1 diente de ajo
Limón
Aceite
Orégano
Perejil
Pimienta
Sal

Cómo se hace:
1. Tostar ligeramente las almendras y los piñones y reservar. Reservar también en un plato las setas aliñadas con un poco de sal, perejil, orégano y unas gotas de limón.
2. Dar un hervor de unos 10 minutos a los espárragos (cortados en trozos medianos) y reservar.
3. A continuación, picar el ajo y la cebolla y añadir a una sartén con una fina capa de aceite. Pochar el ajo y la cebolla a fuego lento, para evitar que se quemen, removiendo de vez en cuando.
4. Una vez lleven un tiempo hirviendo y la cebolla comience a quedarse traslúcida y antes de que el ajo se queme, añadir la mezcla de las setas y remover de vez en cuando para que se vaya haciendo por igual.
5. Después de que las setas lleven un rato haciéndose y comiencen a tostarse, se añaden los espárragos y los corazones de alcachofa (partidos a la mitad), seguir removiendo de vez en cuando.
6. Unos minutos después añadir las almendras, los piñones y las tiras de bacon (bien troceadas). Seguir dándole unas vueltas de vez en cuando.
7. Cuando ya prácticamente esté todo hecho, añadir los huevos sobre la sartén, sin batirlos, y mezclar con el resto de los ingredientes, ayudándonos de una espátula o tenedor, removiendo bien hasta que el conjunto adquiera el clásico aspecto de revuelto. Antes de llevar a cabo este paso, si fuera necesario, se puede retirar el exceso de aceite de la sartén.

Podéis hacer una versión vegetariana, eliminando el bacon, estará igualmente delicioso.

¡Listo para servir!

martes, 18 de marzo de 2014

Crostata de mermelada


La crostata es un postre típico italiano que consiste en una masa similar a la masa quebrada o masa brisa rellena de mermelada de frutas. Tradicionalmente se utilizan mermelada de cereza, de fresa, de melocotón o de albaricoque, pero existen otras variedades con fruta fresca y crema pastelera, o crema de ricotta y cacao. En definitiva, existen múltiples variaciones de la receta original, todas deliciosas para acompañar un desayuno o merienda. A mi particularmente me encanta la de mermelada para desayunar, pero hasta ahora no había encontrado una buena receta para la elaboración de la pasta frolla (la base). La fórmula ganadora se la debo a Stefano, quien me aconsejó añadir una pizca de levadura en la elaboración de la masa, un detalle que no mencionan la mayoría de recetas y que aporta a la masa la consistencia perfecta. El resultado será doblemente delicioso si tenéis la posibilidad de utilizar mermelada fresca casera.

DificultadMedia

Necesitáis: 
300 g de harina
125 g de mantequilla
100 g de azúcar glas
1 huevo entero
1 yema
Ralladura de limón
Aroma de vainilla (mejor si es natural)
Una pizca de levadura Royal
1 bote de mermelada de tu sabor preferido*

Cómo se hace:
1. En un bol, mezclar la levadura con la harina, añadir la mantequilla cortada en trozos y mezclarla con la harina hasta que quede una consistencia grumosa, no tiene por qué quedar perfectamente mezclado.
2. Añadir el azúcar, el huevo (1 entero más una yema) y la ralladura de limón. Mezclar hasta obtener una pasta blanda y lisa. 
3. Formar una bola con la pasta, envolverla con film transparente y dejarla reposar en la nevera durante, al menos, 30 minutos. 
4. Reservar un tercio de la masa para hacer la decoración. Extender con un rodillo el resto de la masa (hasta conseguir un espesor de unos 3-4 mm) y colocarla en un molde redondo dejando unos 3 cm de borde.
5. Distribuir la mermelada sobre la pasta de manera homogénea.
6. Extender la masa que habíamos reservado con ayuda del rodillo y cortarla en tiras de 1 cm de ancho aproximadamente. Colocar cuidadosamente las tiras sobre la mermelada realizando dibujando una rejilla como se ve en la foto.
7. Hornear a 180°C durante 30 minutos.

*Los amantes del chocolate podéis sustituir la mermelada con nutella.

martes, 11 de marzo de 2014

Lasaña de salmón


La receta que os traemos hoy proviene de la revista La cucina italiana, concretamente, de la edición especial de la pasada Navidad. Nos parece una receta buenísima para resolver una cena en poco tiempo y resulta deliciosa. Los ingredientes como el salmón y la pimineta rosa le dan ese toque gourmet con el que podemos sorprender a nuestros comensales. Como sugerencia, nosotros lo acompañamos con un vino fresco rosé. En este caso utilizamos robiola un queso fresco italialo que se combina a la perfección con el salmón. La receta original utilizaba solo salmón ahumado pero nosotros preferimos mezclarlo con salmón fresco para que resulte un sabor y textura más equilibradas.

Dificultad: Media

Necesitáis (para 8 personas) :
400 g de  pasta fresca para lasaña*
250 g de salmón ahumado
250 g de salmón fresco
500 g de robiola (es un queso fresco muy graso de pasta cruda, de color blanco y carece de corteza. Se elabora con leche de vaca 85% y de cabra y oveja 15%).
1/2 dl de leche 
50 g de parmesano 
50 g de pan rayado
50 g de mantequilla
25 g de mejorana
Sal
Pimienta rosa

*Si usas la pasta fresca hiérvela unos minutos antes de formar la lasaña. Si usas la pasta para lasaña ya lista te recomiendo que compres las de la sección de frigorífico, yo uso siempre las más finas (sfogliavelo), no es necesario hervirlas antes de hornearlas y dan un resultado estupendo.

Cómo se hace:
1. Lavar, deshojar y  triturar la mejorana. 
2. Ablandar  la robiola con la leche y  unir la mejorana.
3. Mezclar el salmón ahumado y el fresco (previamente privado de espinas y piel) y picar finamente. 
4. Engrasar un molde de horno. 
5. Colocar una capa de lasaña y cubrir con el  salmón y la crema de robiola. 
6. Continuar alternando capas hasta agotar los ingredientes. 
Acabar con una capa de lasaña.
7. Distribuir sobre la  superficie el parmesano, el pan rallado y la pimienta rosa. 
8. Hornear  a 200°C durante 25 minutos.

¡A disfrutar!

domingo, 9 de febrero de 2014

Pimientos del piquillo rellenos "al estilo de Queta"


Hoy os traemos es una receta sencilla de uno de los platos típicos de la cocina española, muy habitual como entrante o tapa, y del que existen múltiples variantes, muchas de ellas incluyendo atún o bacalao en el relleno. El pimiento es una planta originaria del continente americano que se cultiva en España desde el s. XVI y de la que se han ido desarrollando diferentes variedades, entre ellas, el pimiento de piquillo, típico de la localidad navarra de Lodosa. Su color es de un rojo muy vivo y su carne es consistente, lo que los hace ideales para presentar rellenos.

La semana pasada estando en Vigo, Mamá los preparó como acompañamiento de un delicioso guiso de conejo, cuya receta espero también publicar en breve. Estaban "para mojar pan", así que he decidido prepararlos siguiendo su receta y compartirla con vosotros. Es un plato perfecto para una cena con amigos, como entrante o pincho.

Tiempo de preparación: 30 minutos.

Dificultad: Baja

Necesitáis (para 8 pimientos):
1 lata de pimientos de piquillo (150 g).
1 cebolla pequeña
1 puerro
1 diente de ajo
1 huevo cocido
1 lata de bonito en aceite de oliva (80 g)
Alcaparras (opcional)
Salsa de tomate (preferentemente natural o sin aditivos).
Una pizca de orégano (opcional)
Un poco de queso parmesano rallado
Aceite de oliva virgen
Sal

Cómo se hace:
1. En una sartén ponemos un chorrito de aceite de oliva y pochamos la cebolla cortada y el puerro cortados muy finos. Dejamos que se hagan a fuego medio-bajo durante unos 10 minutos hasta que la cebolla quede muy blandita y transparente. Añadimos el ajo picado y dejamos unos minutos más.
2. Mientras, picamos el huevo cocido y lo añadimos a un bol. Incorporamos el bonito escurriendo muy bien el aceite previamente, y unas cuantas alcaparras. Por último, sacamos el rustrido de cebolla y puerro de la sartén escurriendo muy bien el aceite y lo añadimos a la mezcla anterior.
3. Mezclamos cuidadosamente todos los ingredientes bien picados hasta que nos quede una mezcla uniforme. Añadimos dos cucharadas soperas de salsa de tomate y volvememos a mezclar (la salsa de tomate ayudará a ligar todos los ingredientes y aportará consistencia al relleno, pero no debemos pasarnos para no enmascarar el resto de los sabores).
4. En una bandeja o recipiente adecuado para el horno, ponemos un poco de salsa de tomate cubriendo la base y espolvoreamos con orégano. Vamos rellenando los pimientos abriéndolos como si se tratase de un cucurucho e introduciendo delicadamente el relleno con ayuda de una cuchara. Los vamos colocando sobre la salsa en la bandeja de horno y espolvoreamos con un poco de parmesano rallado.
5. Horneamos a 180 grados en horno previamente precalentado, durante 10 minutos y gratinamos a 200 grados dos minutos más.

¡Que los disfrutéis!