sábado, 12 de septiembre de 2015

Guiso de ternera a la jardinera


También conocido en nuestra casa como "Carne guisada con patatas amarillas", esta es una receta de la comida familiar tradicional que siempre triunfa. Ahora que se acerca el otoño y las temperaturas empiezan a enfriarse os animamos a que reconfortéis a vuestras parejas o familias con este plato, os adorarán.

El secreto para un buen guiso es, fundamentalmente, una materia prima de calidad. Os aconsejamos ternera gallega, a ser posible, de producción ecológica, y de la parte de la mano, que según las madres es la mejor para guisar. En la carnicería podéis pedir carne para guisar y que os la corten, o bien cortarla vosotros en casa. Por último, hay otro secreto fundamental para lograr que la carne quede tierna y el guiso esté en su punto, ya sabéis... hay que cocinarlo a fuego lento.

Dificultad: baja

Tiempo de elaboración: 1 1/2 horas

Necesitas (para 4 personas):
600 g de carne para guisar cortada en trozos no muy pequeños.
5-6 patatas medianas
2 zanahorias
1 puñado de guisantes
1/2 cebolla
Vino blanco
Laurel (opcional)
Azafrán
Sal

Cómo se hace:
1. Lo primero que haremos será sazonar ligeramente la carne, Si nos gusta la pimienta, podemos poner un poco, pero sólo un toque, sin pasarse.
2. En una olla adecuada para guisar ponemos un chorro de aceite a fuego fuerte mientras, picamos media cebolla y cortamos en trozos la zanahoria. Cuando el aceite esté caliente ponemos la carne y la doramos dándole unas vueltas con una cuchara de madera y procurando que no se pegue.
3. Una vez dorada la carne, bajamos ligeramente el fuego y añadimos la cebolla y la zanahoria, tampamos casi por completo la olla y dejamos que los vegetales se vayan pochando.
4. Cuando la cebolla esté transparente, añadimos un vaso de agua tibia en la que previamente hayamos disuelto el azafrán y un chorro generoso de vino blanco. El agua debe cubrir la carne, pero no demasiado, siempre estaremos a tiempo de añadir más agua. Una vez evaporado el alcohol del vino, tapamos ligeramente la olla y dejamos cocer la carne a fuego medio-bajo durante 15 minutos.
5. Mientras se empieza a cocer la carne, pelamos y cortamos las patatas en trozos no muy pequeños cascándolas. Pasados los 15 minutos, las incorporamos al guiso junto con una hoja de laurel, si os gusta el sabor, y añadimos más agua, si es necesario, hasta cubrir todos los ingredientes.
6. Cocemos todo el conjunto 50 minutos más a fuego medio-bajo, comprobando de vez en cuando si necesita más agua. Cinco minutos antes de que se complete la cocción añadimos un puñadito de guisantes y rectificamos de sal.

El guiso estará listo y riquísimo.

Nota: la técnica de cascar las patatas consiste en hacer una incisión con el cuchillo sin cortar totalmente el trozo y "tirar" hacia atrás para romperlo. De esta forma la patata soltará el almidón y el guiso quedará más "gordito".

Bon appétit!

lunes, 25 de mayo de 2015

Sandwich helado de stracciatella



Con la llegada del calor nada apetece más de postre o merienda que un helado. Hoy traemos una receta para elaborar deliciosos cortes de helado caseros. Son muy fáciles de preparar y el éxito está asegurado. Si queréis hacerlos aún más caseros, os animamos a que hagáis vosotros mismos las galletas. ¡Que los disfrutéis!

Tiempo de preparación : 20 minutos + 3 horas en el congelador

Dificultad : facilísimo

Qué necesitas: 
24 galletas tipo Chiquilín (si estás en Italia, recomiendamos los Rigoli)
250 ml de nata para dulces
1 cucharada de azúcar glacé
Pepitas de chocolate o virutas de chocolate negro hechas a mano con cuchillo o rallador.
Film transparente
Una fuente rectangular (apta para meter en el congelador)
Opcional: podéis emplear azúcar glacé aromatizado con vainilla natural (simplemente guardándolo en un frasco con dos vainas de vainilla), le dará un toque de sabor muy rico al helado.

Preparación:
1. Montar la nata batiéndola con el azúcar glacé.
2. Cubrir la fuente con film transparente y colocar las galletas una pegada a la otra formando una cuadrícula.
3. Cubrir la base de galleta con la nata montada teniendo cuidado de que las galletas no se separen. Nivelar la capa de nata con ayuda de una espátula y añadir las pepitas o espolvorear con las virutas de chocolate. Cubrir con otra capa de galletas, colocándolas en el mismo orden que la base.
4. Cubrir la fuente con film transparente y dejar reposar en el congelador al menos 3 horas.
5. Transcurrido el tiempo de reposo, con un cuchillo, cortar las porciones utilizando la galleta como medida. Podéis cortarlo en el momento de degustarlo, o conservar las porciones envueltas individualmente en el congelador.

Fácil y rápido ¿verdad?, pues tardaréis aún menos en comerlo, porque está buenísimo.

jueves, 23 de abril de 2015

Pavlova de fresas y arándanos



El origen de esta receta no está del todo claro, actualmente dos países se disputan su creación: Australia y Nueva Zelanda; lo que si que es cierto es que se creó en honor a la bailarina rusa de ballet Anna Pávlova y se ha convertido en un clásico de la repostería, como la Tarta Sacher. En este caso, se trata de una tarta muy ligera (como la bailarina a la que debe su nombre), por lo que es perfecta si no os gustan los postres muy contundentes. La combinación del merengue, crujiente por fuera y cremoso por dentro, con la fruta fresca, resulta deliciosa. También podéis añadir pepitas de chocolate o cacao a  la mezcla del merengue, nosotras optado por la versión más sencilla con fresas y arándanos. Esperamos que os guste.

Tiempo de elaboración: 1 hora, 40 minutos

Dificultad: media

Necesitáis (8 personas) :
Para el merengue
150 ml de clara de huevo (aproximadamente 5 huevos)
1 taza (220 g) de azúcar glacé
2 cucharadas de maizena
2 cucharaditas de vinagre blanco

Para cubrir
250 gr de frutos rojos
250 gr de nata líquida

Cómo se hace:
1. Precalentar el horno a 150 grados.
2. En un robot de cocina, colocar las claras de huevo y batir con las barillas hasta obtener una consistencia cremosa en la que, al levantar las Barillas, se crea un pico en la crema (si lo hacéis con un batidor de barillas manual, utilizad un bol de aluminio para montar las claras y batid siempre en la misma dirección).
3. Añadir poco a poco el azúcar hasta obtener una mezcla consistente y brillante. 
4. Añadir la Maizena y el vinagre y batir hasta que obtener una mezcla homogénea.
5. Cubrir una fuente de horno con papel de cocina y colocar el merengue realizando una forma redonda de unos 20 cm de diámetro, con la ayuda de una espátula.
6. Bajar la temperatura del horno a 120 grados, introducir el merengue y hornear durante 1 hora y 20 minutos.
7. Una vez transcurrido este tiempo, apagar el horno y dejar que el merengue se enfríe dentro del horno dejando la puerta entreabierta.
8. Montar la nata con un poco de azúcar glacé. Nosotras hemos utilizado sólo una cucharada porque la base de merengue ya es dulce.
9. Una vez que el merengue se ha enfriado completamente, decorar con nata montada y fruta fresca. 

domingo, 8 de marzo de 2015

Porrusalda


La semana pasada, estando en Barcelona, tuve la ocasión de comer en un restaurante vegetariano donde tenían como primer plato del menú del día una deliciosa porrusalda que no dudé en pedir, pues es un plato que me encanta y sienta fenomenal.

La porrusalda o purrusalda, es un plato original de la cocina vasco-navarra que se prepara a base de puerros, zanahorias y patatas. El aspecto es similar a un caldo que se sirve caliente, como primer plato o como acompañamiento de carnes y pescados. Se trata de una receta muy saludable y además, muy económica. ¡Animaos a probarla!

Tiempo de elaboración: 30 minutos

Dificultad: baja

Qué necesitas (para 2-4 personas):
Para el caldo
Un trozo de pollo (como un muslito o trozos que os hayan sobrado de otras preparaciones, también podéis preguntar en la carnicería si tienen trozos de pollo sobrantes de despiece que os puedan dar).
Perejil
Sal

Resto de ingredientes
4-5 puerros
2 zanahorias
2 patatas medianas
1/2 cebolla
Aceita de oliva virgen extra
Sal

Cómo se hace:
1. Preparamos un caldo poniendo a hervir el trozo o trozos de pollo en 1 litro de agua aproximadamente, junto con un ramillete de perejil y un puñadito de sal, durante 20 minutos. Una vez listo, lo tapamos y reservamos.
2. En otra cazuela, donde quepan todos los ingredientes, echamos un chorrito de aceite y añadimos la cebolla picada. Dejamos pochar la cebolla hasta que quede transparente y blanda, pero sin que llegue a tostarse en exceso. La cebolla se deshará completamente y sólo notaremos su sabor.
3. Lavamos muy bien los puerros, cortando los extremos, dejando parte de las hojas verdes. Para asegurarnos que quedan bien limpios de tierra, realizamos dos cortes longitudinales en el extremo de las hojas para abrirlas, y las lavamos bien bajo el grifo. Cortamos los puerros en trozos no muy pequeños.
4. Pelamos y cortamos la zanahoria en rodajas y las patatas en dados. Para cortar las patatas usaremos el truco de "chascarlas" de forma que aporten ese típico toque ligeramente espeso a la salsa. Para entender el fundamento de este truco podéis consultar este enlace.
5. Ponemos todos los vegetales en la cazuela donde doramos la cebolla, les damos unas vueltas con una cuchara de madera y añadimos el caldo pasándolo por un colador. Echamos un poco más de sal y ponemos a hervir. Lo dejaremos hervir a fuego medio durante aproximadamente 20 minutos.

Consejo: si queréis aprovechar el pollo cocido con el que habéis hecho el caldo, podéis desmigar la carne y mezclarla con unos pimientos del piquillo cortados en tiras y unas aceitunas. Después aderezáis todo con una salsa que habréis mezclado en el mortero con cebolla, laurel, pimienta, vinagre de vino y aceite de oliva. Se trata de un escabeche improvisado que queda muy rico como tapa.