lunes, 5 de agosto de 2013

Rollitos de canela


Los Rollitos de Canela (conocidos como cinnamon rolls o cinnamon buns en inglés) son un panecillo dulce muy común en los desayunos de muchos países del norte de Europa, como Suecia, y también en Norteamérica. En esta ocasión traemos una versión algo más baja en calorías que la receta original que lleva un glaseado a base de nata, crema de queso y azúcar y que hemos simplificado a un glaseado sencillo con agua y azúcar con aroma natural de vainilla.

Como era la primera vez que intentábamos esta receta, hemos aprendido algunos trucos que incluimos al final por si os decidís a intentarlo y que os queden aún mejor que a nosotras. ¡Están muy buenos tostados y mojados en el café o chocolate del desayuno!

Tiempo de preparación: 1 hora y media incluído el reposo de la masa.

Dificultad: media

Necesitáis (para unos 10 rollos grandes o 15 nás pequeños):
Para la masa
150 ml de leche templada (utilizamos desnatada
1 cucharadita de levadura seca de panadero (medio sobre)
3 cucharadas soperas de azúcar
3 tazas de harina de trigo
1 cucharadita de café de sal
3 cucharadas soperas de mantequilla sin sal derretida (no margarina)
2 huevos
Para el relleno
Media tacita de miel
1 cucharada sopera de mantequilla a temperatura ambiente
Para el glaseado
3 cucharadas soperas de azúcar glacé
Aroma natural del vainilla
1 cucharada sopera de auga o algo más.

Cómo se hacen:
1. En un bol vertemos la leche templada a unos 40 grados y añadimos la levadura y el azúcar. Removemos suavemente y dejamos reposar 5 minutos.
2. En otro recipiente o bol ponemos 2 tazas y media de harina, hacemos un pequeño agujero en el centro y vertemos la mezcla de leche con levadura. Batimos los huevos con la mantequilla y la sal y los incorporamos a la mezcla anterior. Removemos todo cuidadosamente con cuchara de madera.
3. A medida que la masa va tomando consistencia seguimos amasando con las manos y añadiendo la harina restante hasta que la masa esté completamente homogénea, muy majable, algo viscosa pero no excesivamente pegajosa. Si hace falta más harina la vamos añadiendo poco a poco.
4. Una vez esté en su punto la masa, la tapamos con un pañito o film y dejamos que sube hasta duplicarse, una media hora en un lugar cálido. Podemos acelerar el proceso metiéndola en el horno a 50 grados.
5. Mientras sube la masa preparamos la manteca de miel y el azúcar de canela. Para ello en una taza mezclamos la miel con la mantequilla hasta que quede una crema homogénea. En otra taza mezclamos bien el azúcar con la canela.
6. Ponemos el horno a precalentar a 180 grados. Extendemos la masa con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada con un grosor de medio centímetro más o menos, haciéndo un rectángulo de unos 30 cm de ancho y lo que nos dé de largo.
7.  Untamos la superficie de la masa con una ligera capa de manteca de miel y espolvoreamos generosamente con azúcar de canela.
8. Enrollamos la masa desde el lado más largo del rectánculo tratando de que nos quede una espiral apretadita. Una vez enrollada, con un cuchillo cortamos por la mitad y así mitades sucesivas hasta que tengamos porciones de 1,5-2 cm de ancho. Vamos colocando cada porción sobre una fuente del horno previamente forrada con papel de hornear.
9. Horneamos unos 20 minutos hasta que los rollitos adquieran un color dorado intenso.
10. Pasado el tiempo, sacamos los rollitos y dejamos que enfríen mientras preparamos el glaseado. Mezclamos el azúcar glacé con agua hasta obtener una textura espesa y pintamos nuestros rollitos con el glaseado.

Consejos:
- Al extender la masa con el rodillo, no la dejéis muy gruesa, sobre medio centímetro está bien, de esta forma podréis hacer una espiral con más vueltas y os quedará más vistoso. Tened en cuenta que crecen mucho en el horno.
- Poned una capa de manteca fina, para que no sobresalga mucho al hacer los rollitos.
- Colocad los rollitos separados en la bandeja del horno para que no se peguen al crecer.
- Están muy buenos partidos por la mitad y tostados, solos o con vuestra mermelada preferida.

jueves, 1 de agosto de 2013

Peras al vino blanco con crema de mascarpone


Las peras la vino son un postre tradicional, sano y digestivo. En esta ocasión, en lugar de utilizar vino tinto y canela, que nos parecía más invernal, las preparamos con vino blanco y aroma de vainilla, acompañadas por una salsa de crema de mascarpone. Podéis aprovechar ese vino blanco que todos tenéis para guisar en la nevera, y os quedarán increíbles si utilizáis vainilla natural, aunque si os resulta difícil encontrarla podéis utilizar aroma de vainilla o canela.

Dificultad: baja



Tiempo de elaboración: 45 minutos

Necesitáis (4 personas):
4 peras
250 ml de vino blanco
200 ml de agua
4 cucharadas de azúcar de caña
1 vaina de vainilla natural
Para la crema de mascarpone:
3 yemas y 2 claras de huevo
120 g de azúcar
250 g de queso mascarpone (1 tarrina)

Cómo se hace:
1. Pelar las peras dejándoles el rabito sin cortar.
2. Frotar con la mitad del limón para evitar que se oxiden y ennegrezcan.
3. Verter el vaso de vino vino y el agua en una olla donde quepan también las peras sumergidas en el líquido.
4. Añadir el azúcar y dejar que se disuelva a fuego lento.
5. Incorporar las peras y añadir el zumo de medio limón.
6. Cortar longitudinalmente la vaina de vainilla y añadirla.
7. Dejar cocer lentamente unos 15 - 20 minutos  a fuego lento hasta que la fruta esté tierna.
8. Retirar las peras de la olla y reservar.
9. Dejar que el almíbar se reduzca a la mitad a fuego lento para evitar que la vainilla se destruya.
10. Dejar reposar las peras con su almíbar. Servir frescas.
11. Para degustarlas en esta ocasión preparé una crema de mascarpone  pero podéis acompañarlas también con helado de vainilla o nueces, con nata montada  o, simplemente, con su propio almíbar.
La crema de mascarpone se prepara batiendo las yemas con el azúcar hasta formar una pasta uniforme, luego se añade el mascarpone y por último las claras a punto de nieve, mezclando con movimentos envolventes de arriba hacia abajo con ayuda de una espátula. Opcionalmente se le puede añadir un chorrito de brandy

Ensalada de gambas, mango, aguacate y pimiento


Esta receta proviene de la última incorporación  a la biblioteca UTA, un libro con recetas de lo que en inglés se conoce como finger food o "comida para picar", con ideas muy buenas para una cena informal con amigos.  Si os gusta probar nuevos ingredientes en vuestra cocina estoy segura de que ya habréis experimentado la combinación de fruta y pescado. En este caso el mango combina a la perfección con las gambas, y la miel dará a nuestra vinaigrette un toque muy especial. La hemos bautizado "Summer breeze" (brisa de verano) por su agradable y dulce frescor. Pero no os adelanto más, ¡animaos a prepararla!

Dificultad: baja

Tiempo de elaboración: 30 minutos

Necesitáis (para 8 personas, calculando una pequena porción tipo "pincho" ):
400 g de gambas peladas y sin cabeza
1/2 mango
1/2 aguacate
1/2 pimiento rojo
El zumo de 1/2 limón
1 cucharada de miel
Aceite de oliva virgen
Sal

Cómo se hace:
1. Limpiar las gambas eliminando el hilo negro (intestino) y cocer al vapor entre 3 y 4 minutos. Pelar las gambas.
2. Cortar en cuadraditos el mango, aguacate y pimiento. Añadir las gambas.
3. Condimentar con una vinagreta preparada con el zumo de medio limón, 1 cucharada de miel, sal y un poco de aceite.
4. Si se trata de una fiesta u ocasión especial, podéis presentarlo en recipientes individuales, como se aprecia en la foto.